Sánchez es rehén de su palabra, está atrapado en el "no" y nada ni nadie, ni el Ibex ni Felipe, van a apartar al secretario general del rumbo de colisión.
¿Por qué Cristina Cifuentes, el PP, Ciudadanos o PSOE se inmiscuyen de esta manera tan dictatorial y podemita en la educación de los hijos de los demás?
Dejad en paz a Sánchez, pobrecito.
Que nadie lo critique ni le apriete.
Porque es que el infeliz está en un brete,
después de tanta playa y chiringuito.