Las primarias del PSOE no son una lucha para determinar quién será el próximo presidente del Gobierno, sino quién hará las veces de secretario-sepulturero.
La familia nacionalista por antonomasia sin vergüenza se ha pasado décadas contraponiendo su Cataluña proba a una España bananera llena de apandadores.
Que dos antiguos comunistas como Escohotado y Losantos hayan llegado a valorar más a Adam Smith que a Karl Marx nos hace tener esperanza de que finalmente no sea un milagro que los amigos de la libertad terminen ganando la batalla cultural.