Las encuestas insisten en el precipitado del engorde de Oriol Junqueras, el silente líder de ERC, al tiempo que los alcaldes de Convergencia se parapetan en el búnker de 'El hundimiento'.
Bien está que el Gobierno siga el rastro del dinero del golpe de Estado, pero no bastará, y Rajoy y los suyos siguen sin ofrecer garantías de que harán todo lo demás.
¿Qué les gusta de Otegi? Se lo pregunto a las personas que, en la Diada, se acercaron sonrientes a hacerse selfies con el que fue dirigente de la ETA y no ha condenado sus crímenes.
Ahí siguen y ahí van a seguir: amarrados al escaño y al sueldo y a las dietas, que la independencia está muy bien, pero con las cosas de pillar no se juega.
Las universidades norteamericanas se han convertido en la punta de lanza de la ideología de género, las políticas de identidad y casi cualquier otra bazofia políticamente correcta que nos podamos imaginar.
Después de que Madrid incumpliese sus obligaciones con las Naciones Unidas y los saharauis, y entregase la provincia del Sáhara a Marruecos y Mauritania, el siguiente territorio amenazado por potencias extranjeras fue Canarias.
En la URSS, un prisionero podía ser arrojado a una habitación cuadrada de muy pequeñas dimensiones con la orden de buscar una inexistente "quinta esquina": hasta que la encontrara o confesara su crimen, no saldría de allí.