Mirémoslo de otra forma: o hay 155 o no lo hay. O hace falta artillería pesada para sofocar la acometida de la rebelión, o los rebeldes detienen el ataque en la boca de la trinchera enemiga.
No hay nada mejor para fumigar que convocar unas elecciones parlamentarias en las que se aplique el principio democrático 'cada ciudadano un voto', sin desequilibrios tramposos que favorecen a los más provincianos.
El último acuerdo de 'reconciliación' entre la Autoridad Palestina y Hamás pone a los palestinos más cerca de la creación de un Estado dentro de un Estado en Gaza.
El lesbocomunismo denuncia el racismo del hombre blanco, e ignora olímpicamente el mundo azteca, inca o maya, donde el más alto destino de la mujer era morir dando a luz.
En esa primera plana os llaman "gilipollas" unas personas que sí que pueden presumir de muertos por la libertad de expresión. Vosotros sólo podéis presumir de mentirosos.
El presidente podrá ser incapaz de gestionar las complejidades de Washington, pero no cabe duda de que es un maestro usando contra sus rivales lo peor de ellos mismos.
Está claro que ha sido una suspensión-trampa para seguir tramando contra la ley. Los golpistas ofrecen esta engañifa siguiendo la estrategia de la tregua-trampa de ETA.
Cientos de sacerdotes y obispos catalanes se han sumado a la injusticia, la opresión y la inhumanidad. Para denunciar su infame actitud se podrían utilizar los mismos argumentos que el papa Pío XI utilizó para denunciar el comunismo y el nazismo.