Urge la convocatoria de unas elecciones generales que devuelvan a Sánchez a la marginalidad política a la que le condenaron repetidamente los electores y de la que jamás debió salir.
Se vendrán abajo en cuanto interioricen que las largas condenas de cárcel que les van a caer a sus jefes implicarán eso mismo: largas condenas de cárcel.
Para los marxistas freudianos hay una pendiente resbaladiza que lleva a los trabajadores de comprar en el Primark a votar a Adolf Hitler, digo Donald Trump.