Urge que el Gobierno del país que estos agentes extranjeros se empecinan en destruir no sea el que premia su traición como lo está haciendo hasta ahora.
Cuando la alcaldesa habla de lograr un "aire limpio" ocurre lo mismo que cuando Zapatero nos prometió aquello del "pleno empleo" y nos dejó 5 millones de parados.
"La paz se cultiva durante generaciones, por medio de los vínculos y las relaciones personales, no [surge de] firmas ceremoniales en los jardines de la Casa Blanca".
Puestos a pagar oráculos, auspicios y vaticinios, se los hemos encargado a nuestros poetas, que tienen la ventaja de que, al no ponerse jamás de acuerdo, es seguro que uno de ellos acierta.
Que el último bastión del que un día fue el PSOE constitucional se deje arrastrar por el carro podemita plantea la posibilidad de que todo él se apunte a la liquidación del régimen.