Más allá de que sea o no cierto que la moderación es la mejor arma con la que ganar elecciones en España, el turbio Pedro Sánchez está muy lejos de ser un moderado.
Aunque este papaflauta infame y satánico parece no que no se ha querido enterar, en Venezuela hace años que se está derramando la sangre, y por hectolitros.
Lo que ha hecho la Unión es darle a Maduro un plazo de ocho días y ese plazo, en momentos cruciales como estos, transforma al supuesto ultimátum en un regalo.
Yo sé que piensas, Pablo, en la hipoteca
que te otorgó la Caja de Ingenieros,
que tiene dos, tres, cuatro, cinco ceros,
y es mucho capital, mucha manteca.