De todos los acusados, es el más feliz, sin ninguna duda. Es también, probablemente, el único que se comerá sus quince o veinte años de cárcel con una sonrisa y sin protestar.
¡Cuánta fuerza deben reunir para seguir adelante, como madres, como abuelas, como mujeres, y como activistas por la libertad y la democracia en su país!
Si el problema más importante que tiene España es la sublevación blanda que contra el Estado mantiene la Generalidad, es crucial tener una mayoría suficiente en el Senado para poder hacerle frente legalmente.
Son muchos los que creen que, en la España de la fragmentación, los nacionalismos periféricos nadan como pez en el agua, de manera que todo son oportunidades para ellos. Están equivocados.