Carmena ha perdido porque su gente, o la que teóricamente se suponía su gente, se quedó en casa. Lo mismo que le ocurrió a Colau. Exactamente lo mismo.
España sigue contando con un amplio margen para eliminar gastos innecesarios, al tiempo que se puede mejorar la eficiencia del sector público, pero falta voluntad política para llevar a cabo los ajustes que precisa el país.