La presión y el chantaje que se ejercen sobre Rivera son tan perversos que parecen el reflejo de una sociedad enferma y de una comunidad política pervertida.
Como corresponde a la impostura, estos impostores son más antifranquistas de lo que fue nadie. Y, como también corresponde, lo harán porque se gana haciéndolo. Dinero, también.
Cercas, que después de haber seguido todas las instrucciones, de haber cumplido fielmente su parte del contrato con Pujol, se siente traicionado y se queja de que no le consideren catalán. Ya ves tú.