El Principado perdiendo fuelle desde hace más de un cuarto de siglo. Parece que la consecución de los mayores niveles de autogobierno le han sentado mal.
No se puede olvidar la tremenda responsabilidad de unos gobernantes del PP y el PSOE que dejaron hacer y que han llevado a España a la gravísima situación actual.
Cada voto constitucionalista perdido porque su titular se abstiene de depositarlo alegando escrúpulos puristas equivale a regalar un bidón de gasolina a los pirómanos alzados contra nuestra sociedad abierta.
La cúspide del sistema universitario catalán está constituida por solemnes comisarios que velan por la estricta observancia de los preceptos hispanófobos.