Tras un largo período de perfil bajo en la exposición pública del comportamiento municipal, el socialista Juan Espadas, irrumpió este martes en la polémica declarando la "lealtad institucional" del Consistorio y asegurando que su "colaboración" con la Junta ha sido total ante al brote de listeriosis provocado por la empresa Magrudis.
Pero, al mismo tiempo, Espadas acusó al gobierno andaluz de PP y Cs de haberse dedicado al "ruido político" y consideró "inaceptables e intolerables" las "críticas infundadas y precipitadas" inducidas desde la Junta hacia el Ayuntamiento, acusaciones que incluso incurren en el "absurdo", según recoge Europa Press.
Respecto a la intención del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, de recuperar para la Junta de Andalucía las competencias en Salud Pública, el alcalde socialista de Sevilla considera que "las competencias en salud y consumo son propias de los ayuntamientos" y así figura en la Ley de Autonomía Local de Andalucía, mientras los inspectores veterinarios adscritos a ayuntamientos como el de Sevilla no derivan de ninguna "competencia delegada de la Junta", sino de un reglamento estatal "de 1953". "No hay ninguna competencia delegada que se pueda revocar", añadió.
Más claramente aún, Espadas atribuyó al Gobierno andaluz de PP y Cs las acusaciones difundidas según las que Ayuntamiento habría dificultado la gestión del brote contaminante al facilitar la información "a cuentagotas" o incurrir en supuestas omisiones. Espada afirmó que fue el gerente de la empresa el responsable de tales conductas. Por ello, se unía así, de hecho, a la petición de dimisión del consejero de Salud y Familia de la Junta, Jesús Aguirre, enarbolada por PSOE y Adelante Andalucía, por supuestas demoras en la respuesta al brote y sus "mentiras sistemáticas" sobre el asunto.
Espadas considera que la empresa Magrudis es la única responsable de la crisis sanitaria, que su propietario y dirección no han actuado de forma diligente y que no ha prestado toda la colaboración exigible dada la gravedad del caso. Por ello, el Ayuntamiento ha denunciado a Magrudis ante la Fiscalía por un posible delito contra la salud pública y "graves irregularidades".
Espadas ha especificado que la "absoluta lealtad institucional" conllevaba asumir el esquema de "mando único" ante el brote de listeriosis, que corresponde a la Junta de Andalucía como "autoridad sanitaria", con la "colaboración" del resto de administraciones implicadas. Lamentó, pues, que "otros hayan visto" una oportunidad para el "ruido político", lo que se ha traducido en "críticas infundadas y precipitadas de la Junta" hacia el Consistorio, para "intentar confundir o difuminar" las responsabilidades.
Sin referirse particularmente a nadie, Espadas advirtió que deberían haber llevado al Juzgado a un portavoz, supuestamente de la Junta, por "imputarnos un delito contra la salud pública". Espadas acusó a la Junta de un mal etiquetado de las muestras que llegaron al laboratorio municipal, que dio origen a problemas de determinación de los supuestos focos, y que fueron la empresa Magrudis e incluso la Junta, que no el Ayuntamiento, según Europa Press, quienes ocultaron que se habían comercializado chorizos y morcillas sin declararlos.
En el caso de Magrudis, se ha aplicado "el modelo actual de autocontrol" que rige en las empresas, como consecuencia de los cambios legislativos acometidos en la década de los años 2000, que sustituyó al modelo anterior que forzaba disponer de autorizaciones previas por parte de las administraciones. Esto es, legalmente no era preciso un control previo por parte del Ayuntamiento, modelo que permite engaños a la Administración responsable y que ésta no pueda actuar con celeridad.
¿Cómo pudo Magrudis darse de alta en 2015 en el registro autonómico de empresas alimentarias sin contar con la licencia municipal de actividad y funcionar sin presentar hasta diciembre de 2018 una declaración responsable, que además ha sido revocada al no ceñirse a los requisitos?
Espadas llegó a señalar la etapa de gobierno del popular Juan Ignacio Zoido en el Ayuntamiento de Sevilla e incluso al gobierno de la Junta de Susana Díaz como los tiempos en que se iniciaron las malas prácticas de Magrudis. Afirmó que fue en 2013 cuando la empresa comenzó a operar sin autorización y se preguntó cómo no se dieron cuenta de ello ni la Junta, que la admitió en su registro de industrias agroalimentarias, ni el Ayuntamiento.
El socialista Juan Espadas, además de afear a la Junta las críticas emitidas, consideró necesario, dijo, "distinguir" lo institucional de lo político y circunscribir la "refriega" al ámbito de los partidos. Pero reconoció que es preciso revisar los procedimientos, disponer de mecanismos para combatir los incumplimientos y cómo se han ejercido los controles de cada Administración.
Facua se alinea abiertamente con el PSOE
El Mundo cuenta este miércoles que Facua, la asociación de consumidores nacida en el seno de la izquierda comunista andaluza –el fundador, hace más de 40 años durante los cuales ha recibido subvenciones que no han sido aún contabilizadas, y todavía presidente es Francisco Sánchez Legrán, viejo militante de la izquierda comunista al que ha sucedido en la gestión del día a día su hijo y portavoz Ruben Sánchez, que definió en El País en 2017 que "compartimos más el ideario del PSOE, Podemos e IU que el del PP porque somos una organización de corte progresista"–, se ha unido al PSOE en esta crisis tras haber señalado con claridad a la Junta como responsable fundamental de la crisis alimentaria.
De hecho, Susana Díaz, que nunca había recibido a Facua cuando fue presidenta de la Junta, se reunió este martes por primera vez con la cúpula de Facua, abriendo de ese modo un período de intercambio de información y colaboración tras la crisis de la listeriosis.
Ahora, de organización orillada por el PSOE debido a sus relaciones con IU, Podemos y otros extremismos políticos desde la época de Manuel Chaves y que ni siquiera ha sido recibida en estos días por la actual ministra del ramo María Luisa Carcedo, Facua es para el PSOE andaluz una organización "señera" de consumidores y acogió las propuestas de la organización.
El portavoz socialista, José Fiscal, consideró necesario tras la reunión que quedan "muchos capítulos por escribir sobre el brote de la listeria". De hecho, anunció que el PSOE seguirá pidiendo responsabilidades políticas al Gobierno andaluz por la gestión de la crisis y la comparecencia del presidente Juanma Moreno, petición reforzada por el aumento de casos y la aparición de un brote en Alemania. Eso sí, ni una palabra sobre los propios actos de la Junta en 2015, admitiendo sin licencia el registro de Magrudis como industria ni sobre la responsabilidad del Ayuntamiento dadas sus competencias.