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Andalucía

El gobierno andaluz amenaza el duopolio sindical y recupera las políticas de formación para el empleo

El ejecutivo dirigido por Juan Manuel Moreno y Juan Marín podría acabar con el duoopolio sindical y de la formación de CCOO y UGT en Andalucía.

El ejecutivo dirigido por Juan Manuel Moreno y Juan Marín podría acabar con el duoopolio sindical y de la formación de CCOO y UGT en Andalucía.
Juan Marín y Juanma Moreno, en Doñana. | EFE

Han pasado bastante desapercibidos dos torpedos que el gobierno de Juan Manuel Moreno y Juan Marín ha lanzado a la línea de flotación de la izquierda andaluza. El primero de ellos, es el comienzo de la operación anti bicefalia sindical.

Conocido es que el ex presidente Manuel Chaves dio casi rango institucional a la presencia de CCOO y UGT en todo el concierto social y en muchos organismos y sillones vinculados con la Junta de Andalucía, dejando fuera de todo el entramado a otras organizaciones sindicales con la excusa del porcentaje mínimo requerido, un 10 por ciento, para justificar la presencia.

Pero desde entonces el número de escándalos que han afectado a las dos grandes organizaciones sindicales, desde su papel en la simulación de la justificación de subvenciones a su instrumentación de los Expedientes de Regulación de Empleo subvencionados por la Junta para su propio beneficio, han dañado seriamente su prestigio.

Si a ello unimos que la famosa Concertación Social de la patronal andaluza, la CEA, con estos dos actores sindicales, no ha tenido la repercusión esperada en la creación de empleo, aunque sí en el sostén del régimen político que la impulsó, el papel del duopolio sindical como el de la organización patronal, estaban en entredicho.

¿Fin del duopolio sindical?

De ese modo, otros sindicatos de peso en general o en sectores concretos como CSIF, Sindicato Andaluz de Funcionarios, USO y otros menores fueron sistemáticamente postergados. Pero el duopolio sindical de CCOO y UGT podría llegar a su fin si se confirma la decisión del nuevo gobierno de conceder a CSIF, el más dócil de los excluidos, a sentarse en las mesas del poder.

Que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, asegurara este martes durante la clausura del Congreso Autonómico de CSIF Andalucía, que la Confederación Sindical Independiente y de Funcionarios, que es su nombre completo, era "el sindicato líder de la Función Pública", da una idea de cuál es el camino a recorrer, dejando fuera de juego a otros sindicatos menores como SAF y USO y limitando el poder de UGT y CCOO.

En el Congreso Germán Girela fue elegido como nuevo presidente en sustitución de José Luis Heredia y lo primero que reclamó fue la necesidad de trabajar en la elaboración de una nueva Ley de Función Pública de Andalucía en "este período de sesiones" y su presencia en los mecanismos políticos de la concertación social.

Recoge Europa Press que las palabras finales del presidente Moreno fueron destinadas a calificar a CSIF como "un sindicato dialogante, con honestidad para entender los momentos difíciles, centrados en lo que tiene que estar centrados, una organización madura e independiente".

Recuperación de "los cursos de formación"

Sabido es que alrededor de los cursos de formación muchos montaron negocios rentables, hasta el punto de que una de las macrocausas que se instruyen en el ahora inspeccionado juzgado de la juez María Núñez Bolaños, es precisamente el caso del fraude de los cursos de formación cuya estimación económica supera con mucho a los más de 700 millones empleados en las subvenciones de los ERE.

Como consecuencia del estallido de la operación EDU en abril de 2014, el gobierno de José Antonio Griñán, que estaba perfectamente enterado de la corrupción existente en la Consejería de Empleo que los concedía, suspendió de forma abrupta el dinero destinado a estos cursos.

Tras varios años sin volver a poner en marcha este tipo de formación, este martes la consejera de Empleo de la Junta, Rocío Blanco, anunció una partida de 651 millones de euros en el presupuesto para 2020 destinada a las políticas activas de empleo, esto es, a la resurrección de los cursos de capacitación profesional para el empleo.

Dado que el modelo de gestión de los cursos es el que está, globalmente, encausado en los tribunales y en el Parlamento andaluz, Blanco ha anunciado que habrá un cambio en los procedimientos en la gestión de la formación y un nuevo impulso al Servicio Andaluz de Empleo, hasta ahora inoperante casi totalmente en la conexión parados-mercado de trabajo.

Habrá que ver si el procedimiento concursal a desarrollar frente al amiguismo y el clientelismo anterior, hace posible el fin del dominio del duopolio sindical sobre estos fondos públicos y si, en realidad, la nueva estructura de concesión de cursos sirve a la promoción real del empleo en una de las comunidades más castigadas por el paro en España desde la transición democrática sin solución de continuidad.

La conversión verde del gobierno

Más sorpresa ha causado que el gobierno andaluz se haya vestido de verde, algo que ha inquietado a toda la izquierda andaluza, empezando por el PSOE, pero terminando en Adelante Andalucía. El titular de los periódicos más próximos a dicha izquierda tiene que ver con tal operación expresando que se esta disputando portar la bandera del ecologismo a la izquierda. Así de claro.

El tema no es baladí puesto que, cuando se diseccionan las tripas de las encuestas y se analizan esas preguntas que pasan desapercibidas, se descubre que los andaluces son, muy probablemente, los españoles que más valoran la defensa, cuidado y esmero en el trato del medio ambiente. Desde luego, gran parte de su vida económica y cultural depende de ello.

Las encuestas especializadas y soterradamente, todos los sondeos, ponen de manifiesto que el asunto del cuidado del medio ambiente preocupa a más de media Andalucía. En 2014, el Ecobarómetro señalaba que eran seis de cada diez andaluces los que estaban "muy preocupados" por el cambio climático, la contaminación, el agujero de la capa de ozono e incluso la suciedad de las calles, el reciclaje, el ahorro energético, el consumo de agua y el transporte limpio.

En su conjunto, la cuestión mediombiental era el octavo problema para los andaluces, tras, naturalmente, el problema del paro, el de la insuficiencia política y los partidos y la situación socioeconómica general. Desde 2014, última vez que puede encontrarse n estudio así, el correspondiente a 2013, la preocupación medioambiental pude haber crecido, no menguado.

Moreno en Doñana

La operación "verde" del nuevo gobierno tuvo su escaparate en la reunión que celebró este martes el consejo de gobierno presidido por Juan Manuel Moreno en pleno corazón del Coto de Doñana, espacio protegido al que se le reserva un puesto de honor en una futura redacción del Estatuto de Autonomía para Andalucía.

Este miércoles se continuará la ceremonia con la celebración del 50º aniversario de la declaración de zona legalmente al Coto de Doñaña, hoy Parque Nacional. Por cierto, y como se deriva de la efeméride, fue un gobierno de Francisco Franco el que un 16 de octubre de 1969 concedió la máxima protección legal al Coto.

La frase cumbre del presidente Moreno en estas jornadas ecologistas es la que ha consagrado la sustitución de intereses generales de los ciudadanos andaluces por los "intereses generales del Parque" cuando se refirió a la alternativa marítima, de barcos ligeros e impulsados por gas natural frente a la tradicional autovía defendida por el PP desde hace 20 años. Si todo es pantomima electoral, como cree la izquierda, o voluntad de resolver problemas reales, se verá tras las elecciones del 10 de noviembre, pero no antes.

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