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Andalucía

PP, Ciudadanos y Vox suman bien y logran la aprobación de los presupuestos andaluces para 2020

Susana Díaz, si sigue al frente del PSOE, tendrá que esperar a las elecciones de 2022 para intentar recuperar el gobierno andaluz.

Susana Díaz, si sigue al frente del PSOE, tendrá que esperar a las elecciones de 2022 para intentar recuperar el gobierno andaluz.
Velasco, Bravo y Hernández | EFE

Susana Díaz ha perdido toda esperanza de socavar la alianza de los tres partidos que sustentan el gobierno andaluz e impulsar su figura política en la oposición. La aprobación por el Pleno del Parlamento andaluz del proyecto de presupuestos para 2020 en la fecha adecuada y en el momento preciso en que va a comenzar la campaña electoral, la obliga a esperar hasta 2022 para recuperar, si es que sigue estando al frente del PSOE andaluz, el gobierno de la Junta de Andalucía.

Una vez aprobados estos presupuestos que tendrán su recorrido normal durante 2020, bastará con una prórroga de un año, en caso de hipotéticos desacuerdos entre los ahora socios del gobierno, PP, Ciudadanos y Vox, para plantarse en el año 2022, año forzosamente electoral. Lo único que pudo hacer el bloque de las izquierdas es llamar "ultraderecha" a Vox en 11 ocasiones, como denunció la propia formación aludida en el Pleno.

Por su parte, el gobierno andaluz ha demostrado que el entendimiento de PP, Ciudadanos y Vox, esta vez ya abiertamente y sin ilusionismo de salón, ha funcionado adecuadamente, en lo que parece tener que ver la paulatina consolidación del trío Elías Bendodo (y el consejero de Hacienda, Juan Bravo y el portavoz José Antonio Nieto embozado) por el PP, Juan Marín (y el consejero de Economía Rogelio Delgado más en la sombra) y Alejandro Hernández, portavoz de Vox en el Parlamento, una vez desplazado Francisco Serrano de la primera línea.

El debate de totalidad en la Cámara andaluza fue superado por 59 votos a favor y 48 en contra. Como es natural, los mismos votos derrotaron las enmiendas de totalidad presentadas por el PSOE y Adelante Andalucía.

Ahora, el presupuesto general de la Junta de Andalucía para 2020, que supone unas cuentas de 38.539,89 millones de euros, un 5,4 por ciento más que en 2019 (que fue de 36.495,5 millones) y que contempla un crecimiento del 1,9%, la creación de 60.000 empleos y un déficit cero, seguirá su trámite parlamentario en Comisión de Hacienda, Industria y Energía.

Según la Junta de Andalucía, por boca del consejero Juan Bravo, las cuentas presentadas "tienen como objetivo esencial el reforzamiento de la política social y del estado del bienestar, con crecimientos prioritarios para Sanidad, Educación y Dependencia, como ya ocurriera en 2019" para hacer sostenible las políticas sociales en la próxima década.

Para ello, la gran bandera de las cuentas es el déficit cero que aparece, algo poco frecuente, en los Presupuestos andaluces. Según Bravo, no hay otra manera de enfocar las cuentas en un momento de enfriamiento de la actividad económica, un proceso inminente al que habrá que hacer frente con estas cuentas realistas y las reformas que se contemplan, entre ellas las nuevas políticas activas de empleo, la mejora de la regulación económica, el refuerzo de la educación para evitar el fracaso escolar o la transformación digital de la Administración.

El gobierno andaluz, PP, Ciudadanos y desde ayer mismo ya Vox abiertamente, partido que ha logrado que se atiendan 35 peticiones con "naturalidad"( palabra usada por Adelante Andalucía para adjetivar cómo se había producido la confluencia entre los tres partidos que sustentan el gobierno), ha logrado con ello un éxito global sin muchos precedentes consolidando una imagen de fortaleza política sumando y no como hace un año, restando.

El PP afianza su imagen de partido moderado y con experiencia técnica de gobierno. Ciudadanos, afectado por su crisis de identidad a nivel nacional y las malas expectativas, fortalece a Juan Marín y su lealtad al proyecto de cambio. Vox modera con éxito su imagen y logra introducir su sello en los presupuestos.

Por el contrario, la izquierda andaluza sale desdibujada de este debate de totalidad. Susana Díaz se verá forzada a diseñar una nueva estrategia de oposición que a la vez le sirva para reeditar su papel en el PSOE andaluz y Adelante Andalucía, cuarteada por dentro y picoteada por el Más País de Errejón (Más Pamí, se bromea por aquí), piensa más ya en las próximas elecciones del próximo 10 N.

Es más, es probable que un ejercicio de habilidad política, el bloque del gobierno admita en sus cuentas algunas enmiendas parciales tanto de PSOE como de Adelante Andalucía. Hay que recordar que esa "generosidad", sea o no sincera, nunca fue exhibida por un PSOE ensoberbecido que habitualmente no aceptaba del PP ni una sólo enmienda parcial a sus presupuestos.

Los "magos" de Vox y sus 35 logros

Pocos dudan ya de que en Vox han parecido unos "magos" que, dirigidos a distancia por Santiago Abascal, están combatiendo con éxito la calificación de "ultraderecha" esgrimida por la izquierda. Entre ellos, se encuentran Alejandro Hernández, Manuel Gavira, Carlos Hugo Fernández Roca, Rodrigo Alonso y Carlos Morilla al frente de Comunicación. Estos son los "magos" de Vox en Andalucía.

Este grupo, unido a la estrategia nacional "hormiguera" de Santiago Abascal, ha conseguido que la templanza aparezca en el primer plano de Vox en la política andaluza, algo que le puede proporcionar buenos dividendos políticos en la próxima convocatoria electoral.

La prensa andaluza destaca este jueves sus éxitos como factor diferencial de estas cuentas respectos a las anteriores. En La Razón, por ejemplo, se destaca que haya logrado que la caza y los toros llegue a las escuelas andaluzas para evitar el adoctrinamiento de las izquierdas, aunque con autorización paterna y como actividad extraescolar.

Consigue, además, destaca El Mundo, que la Junta que la Policía Nacional y la Guardia Civil puedan acceder a los datos que posee la Junta de Andalucía sobre inmigrantes en situación irregular en la comunidad, datos que pueden permitir su identificación y localización para facilitar la expulsión, en su caso, del territorio español.

ABC pone la lupa en que haya obtenido auditorías "operativas" que se van a sacar a licitación para examinar a todo sector público instrumental incluyendo al Servicio Andaluz de Empleo, el Instituto Andaluz de la Mujer, el Instituto Andaluz de la Juventud y la Agencia de Defensa de la Competencia.

Además, se ha firmado un mayor control sobre las subvenciones, más transparencia en la Intervención General, una deducción fiscal de 200 euros para familias numerosas, ampliable a 400 para las de categoría especial y se pone en marcha una ayuda especial para mujeres embarazadas con dificultades para que logren sacar adelante su embarazo.

Además, habrá 300.000 euros para un teléfono destinados a las víctimas de la violencia "intrafamiliar" que contemple la violencia machista y otras violencias, como las que pueden ejercer los padres sobre los hijos, los hijos sobre los padres, las que afectan a nietos y abuelos, lasa que afectan al interior de las parejas homosexuales, etc.

Habrá medidas sobre los seguros agrarios, apoyo al sector aceitero, a zonas afectadas por catástrofes recientes, al Descubrimiento de América y a la divulgación de personalidades históricas andaluzas y a las escuelas taurinas. No faltarán tampoco 150.000 euros para los centros de inmigrantes menores no acompañados (Menas).

Con estos hilos, la tela política andaluza puede ser considerada, como lo ha calificado el consejero de Economía, Rogelio Velasco, un "oasis de estabilidad" sólo con la nube de las protestas sanitarias localizadas al fondo del cuadro.

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