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Andalucía

Dos ceses no "inocentes" en Andalucía: la subasta de medicamentos y el director de Informativos de Canal Sur

En el Día de los Inocentes se produjeron dos decisiones de calado en la administración andaluza.

En el Día de los Inocentes se produjeron dos decisiones de calado en la administración andaluza.
Álvaro Zancajo | TVE/Archivo

Ayer, día de los Santos Inocentes, tuvieron lugar dos ceses nada "inocentes" en Andalucía. Tras dos años de gobierno y dos años de espera, se comenzó el cese de la subasta de medicamentos como método de abastecimiento de las farmacias andaluzas, método que consagraba, según el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, un recorte de hecho a la sanidad andaluza cuyos habitantes quedaban fuera de la cobertura de numerosos medicamentos.

El otro cese fue el del director de Informativos de Canal Sur Televisión, el conocido periodista Álvaro Zancajo, que fue la cara visible de los informativos en Antena 3 y el Canal 24 horas de RTVE hasta que fue despedido por Rosa María Mateo nada más llegar su cargo de administradora general.

Considerado enemigo principal por Podemos que nunca olvidó sus informaciones en la cadena de Planeta sobre sus relaciones con la dictadura venezolana de Nicolás Maduro, fue persona non grata para los sindicatos principales de Canal Sur, por no ser un periodista de la "casa" y por no regirse por los dictados de la izquierda.

También fue cesada este lunes Carmen Estero, directora corporativa de la RTVA, una persona vinculada al "régimen" socialista en Canal Sur desde su fundación que el "gobierno del cambio" mantuvo en una posición de influencia.

El fin a la subasta de medicamentos

El anuncio fue hecho por el propio presidente de la Junta lo que significa que la última subasta del día 22 de diciembre fue la última. La subasta de fármacos implicaba que los andaluces no podían acceder a todos los medicamentos presentes en el mercado, sino que los médicos del sistema sanitario público sólo podían recetar los medicamentos que hubieran triunfado en las subastas. Ahora, las recetas médicas serán libres y todos los medicamentos podrán ser prescritos.

Fue una de las grandes promesas del gobierno del "cambio" porque según la entonces oposición al gobierno de Susana Díaz significa la intervención de la Junta en la libertad de los usuarios de la sanidad andaluza y los situaba en una segunda división sanitaria sin poder acceder a medicamentos a los que sí se podía acceder en otras comunidades autónomas españolas.

"Desde 2012 en Andalucía existía el sistema de la subasta de medicamentos y lo prometimos cambiar. Suponía una intromisión clara en la libertad de los ciudadanos. Situaba a los andaluces en una situación de desigualdad", expuso Moreno. El 22 de diciembre caducaba la última. "Hoy les puedo anunciar el fin de la subasta en Andalucía" con "la satisfacción de quien cumple su palabra", continuó Moreno.

Según recogen todos los medios de comunicación andaluces, Juan Manuel Moreno considera el cese de la subasta como "un logro social para los andaluces, equiparable a otros logros en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos" porque "los andaluces podrán acceder ya al medicamento que necesiten en función del criterio de sus doctores (no de la Junta). Los médicos podrán recetar con libertad sin miedo a ser penalizados", como hasta ahora.

Moreno ha subrayado que el fin de las subastas igualmente aumenta la "competencia entre laboratorios y se fomenta la industria", muy especialmente la industria farmacéutica de los genéricos en Andalucía", algo básico en estos tiempos de pandemia.

La subasta de fármacos para Andalucía fue adoptada por los gobiernos socialistas anteriores porque tal sistema lograba un ahorro de dinero que, según El Mundo, llegó a cifrar en 540 millones desde 2013 a 2018. Pero el gobierno de Mariano Rajoy recurrió la medida ante el Tribunal Constitucional, que amparó a la Junta, y el Defensor del Pueblo Andaluz señaló la desigualdad que originaba entre los andaluces y otros españoles.

El Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF), que representa a las 4.000 farmacias andaluzas, ha aplaudido la medida por amparar los derechos de los pacientes andaluces, la equidad territorial y la autonomía del ejercicio de la profesión farmacéutica.

Recuérdese que en el sistema de subastas los laboratorios españoles o extranjeros presentaban a concurso sus productos que contuviesen los principios activos genéricos dispuestos y la Junta seleccionaba la mejor oferta otorgándole exclusividad por dos años. Consecuentemente, había medicamentos en el mercado nacional a los que los andaluces no podían acceder, aunque la Junta ahorrara dinero.

Ceses en Canal Sur tras otra huelga

Tras la victoria de gobierno de cambio en diciembre de 2018, fueron muy pocos los cambios que fructificaron en la televisión pública andaluza tras tres décadas de dominio del PSOE que la construyó con toda claridad como un servicio de partido, algo que se ha mantenido durante 30 años.

Tras los cambios lógicos en las cúpulas tanto de Canal Sur como de los entes empresariales de la RTVA, los cambios más notables, aunque escasos, fueron los de la jefatura de Informativos. Los más discutidos fueron los del mencionado Álvaro Zancajo, nuevo director de Informativos, y Carmen Torres, ex periodista de El Mundo, medio que ha nutrido al nuevo gobierno de forma llamativa (Sebastián Torres, otro ex redactor de El Mundo, es el director de comunicación de la Junta).

El motivo expuesto de la huelga, seguida por poco más del 30 por ciento de la plantilla pero consumada los pasados días 22 y 23 de diciembre, fue el recorte presupuestario propuesto por la mayoría parlamentaria para la cadena pública. La Junta acusó a los sindicatos de la izquierda que la han impulsado – mucho CC.OO y otros menores y casi nada o muy poco UGT -, de querer imponer los contenidos de los informativos de la cadena, incluso qué políticos debían aparecer o no en pantalla.

Tras haber transcurrido apenas cinco días del fin de la huelga, el director general de Canal Sur Radio y Televisión, Juan de Dios Mellado, consensuado por PP, Ciudadanos y Vox, ha decidido el cese de su director de informativos, Álvaro Zancajo, lo que, a primera vista, podría significar el cobro de una pieza de caza mayor por parte de la izquierda sindical del Ente Público.

Sin embargo, el nombramiento de su sucesora al frente de los Informativos de Canal Sur, Carmen Torres, que desempeñaba las funciones de dirección de la delegación en Madrid, no puede haber gustado mucho a unos sindicatos que mantuvieron con ella una agria confrontación en los meses pasados. De hecho, se espera una nueva confrontación con ella en los próximos meses.

Se intuía, por razones de la estrategia ideológica y política habitual de la izquierda, que fuesen cuales fuesen los cambios en Canal Sur Radio y Televisión, la tensión sería incrementada para servicio del PSOE y Podemos de manera tanto más creciente como cercana estén las nuevas elecciones andaluzas. Dos huelgas en dos años dan fe de que la hoja de ruta es inamovible y que ha sido directamente proporcional a la timidez de los cambios reales oficiados por el nuevo gobierno.

También se ha producido el cese de Carmen Estero, una "histórica" del régimen fundacional de Canal Sur, pero su destitución no tiene la importancia política ni estratégica que tiene el de Álvaro Zancajo.

Ahora la esperanza del cambio dentro de la cadena pública pasa por la jubilación del todopoderoso Director de Recursos Humanos de empresa pública, Sebastián Uribe, aupado a su puesto por los directivos prosocialistas y responsable durante años de la nefasta política profesional en Canal Sur.

Pero, de momento, su sustituto ha sido su propia mano derecha en Recursos Humanos y otro "histórico", Enrique José Diaz León, antiguo jefe de la sección de nóminas, que, a pesar de ello, multiplicó su tiempo, para muchos casi milagrosamente, dirigiendo programas de divulgación científica e incluso dando clases en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.

Si algún día Canal Sur lograra ser una cadena profesional pública y al servicio de todo el público andaluz, con la mínima intoxicación política sectaria, está por ver. Los más pesimistas consideran que tal objetivo será imposible dada cómo fue fundada y "sembrada" de personal vinculado a las izquierdas políticas y sindicales. Otros, los menos, creen que una gestión inteligente del nuevo gobierno podría, al menos, equilibrar las influencias en su seno. Pero para conseguirlo habrá que cambiar cosas.

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