Menú

Andalucía

El as de Espadas: liquidar ya a Susana Díaz y dar el abrazo del oso a Juan Manuel Moreno

El líder socialista andaluz y alcalde de Sevilla promete estabilidad al gobierno "del cambio" si renuncia al apoyo de Vox.

El líder socialista andaluz y alcalde de Sevilla promete estabilidad al gobierno "del cambio" si renuncia al apoyo de Vox.
Juan Espadas. | Eduardo Briones / Europa Press

No habían pasado ni 24 horas desde el anuncio de su triunfo en las primarias el pasado domingo día 13 de junio cuando el vencedor, el aún alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ya había destronado a Susana Díaz en la Wikipedia. Cuando apenas ha pasado una semana, Espadas ya ha señalado el camino de la calle a una Susana Díaz, todavía secretaria general, a la que sólo parece que le va a conceder un asiento en el Senado que deberá arrebatar, por cierto, a uno de sus partidarios.

Este pasado fin de semana Juan Espadas ha vivido la apoteosis del sanchismo en Andalucía tras haber negado una y otra vez que él fuera sanchista, ni que dependiera de Ferraz, ni que fuera el candidato designado por Pedro Sánchez.

Rodeado por los pretorianos del sanchismo andaluz, desde Alfonso Rodríguez Gómez de Celis a Quico Toscano y su clan pasando por el tránsfuga Francisco Reyes, mandamás del PSOE de Jaén, pero mimado por José Luis Ábalos, la ascendente Hana Jalloul y la misma María Jesús Montero, Espadas certificó que Susana Díaz va a pasar a mejor vida si ella quiere y decide finalmente que no hay otra. Pero, ojo, que Susana Díaz y su Ejecutiva no asistieron al funeral.

Aunque Susana Díaz sigue ocupando la secretaría general del PSOE y algunos de sus partidarios siguen ocupando secretarías provinciales en algunas provincias como Sevilla y Almería, por ejemplo, Juan Espadas tiene prisa, y mucha, por dejar claro quién manda y cuánto. Para que se visualice bien el sartenazo, quiere desalojar a Susana Díaz del grupo parlamentario socialista en la Cámara andaluza y tener una primera reunión con Juan Manuel Moreno como líder de la oposición.

Espadas tiene que detener la hemorragia de votos que desangra al PSOE andaluz en las últimas encuestas antes de que se convoquen las elecciones andaluzas que PP y Cs no quieren anticipar. Para ello tiene que intentar dar un bocado al todavía caliente cuerpo electoral de Ciudadanos, formar un frente sólido con Podemos e Izquierda Unida tratando de seducir a la asilvestrada Teresa Rodríguez y recuperar al votante moderado y desencantado del PSOE. Sin tal recuperación, Pedro Sánchez no podrá ganar tranquilamente las próximas elecciones.

Su perfil es propicio. Puede comulgar de la mano del Arzobispo de Sevilla y conceder medallas simultáneas a Alfonso Guerra y al gerifalte de la Iglesia andaluza sin pestañear. Fue su imagen de moderación la que logró echar a Juan Ignacio Zoido de la Alcaldía de Sevilla y la que ha logrado gobernar en la capital andaluza de la mano de Ciudadanos y de Podemos, a la vez.

Puede asimismo apostar por la famosa moción de censura cautivando a los cinco miembros de ciudadanos diputados que le harían falta para ganarla con el apoyo de todos los comunistas reunidos, pero correría graves riesgos y en ese punto su carácter parece distanciarse del resistente Pedro Sánchez. Por eso, la vía lenta para recuperar la Junta exige, además de eliminar a Susana Díaz y la memoria de la corrupción socialista, mermar el apoyo popular a Moreno y a Vox, ejes del centro derecha del futuro andaluz.

Lo primero, lo visible: eliminar a Susana Díaz de la gestión parlamentaria del PSOE que le da mucha presencia en los medios de comunicación del día a día y sustituirla por alguien de la confianza del sanchismo, como Ángeles Férriz, que fue aupada por Manuel Chaves a la Comisión Ejecutiva regional en 2008 y tributo al PSOE de Jaén por su apostasía de la trianera y enviar a ésta al Senado hasta las próximas elecciones generales cuando ya se verá hasta dónde llega la venganza de Pedro Sánchez.

La prensa andaluza destaca hoy que Susana Díaz, aún presidenta del Grupo Parlamentario del PSOE en el Parlamento andaluz, verá cómo su enemiga declarada Ángeles Férriz, ligada al clan de La Carolina localidad de la que fue alcaldesa entre 2007 y 2009, será nombrada portavoz y tendrá como adjuntos a María Márquez, Gerardo Sánchez y a Araceli Maese integrando a la susanista como Soledad Pérez como secretaria general del grupo.

Más interés tiene la nueva estrategia de la oposición socialista que anuncia Espadas: dar al abrazo del oso a Juan Manuel Moreno para succionarle la imagen de moderación y eficacia y apartarlo de Vox y sus votos de modo que el viejo modelo bipartidista pueda resurgir destacadamente en Andalucía. Juan Manuel Moreno, que ya reconoció el liderazgo de Espadas aun antes de conocerse el resultado electoral de las primarias socialistas, lo va a recibir este próximo jueves.

La estrategia del abrazo consiste en evitar la imagen de confrontación con el gobierno andaluz apoyando algunas leyes como la del Territorio, que impidió Vox, acercando a los ayuntamientos gobernados por el PSOE al reparto de los fondos europeos que están por llegar y, de otro, lanzar a esos mismos Ayuntamientos controlados contra la Junta cuando se presente la ocasión o la Junta no colabore.

Pero además el abrazo a Juan Manuel Moreno tiene otro destinatario: Pablo Casado. Espadas sirve a Sánchez de un modo peculiar porque ha anunciado su intención de mostrarle a Casado que hay otro modo de hacer oposición: "Una oposición constructiva" aportando estabilidad y crítica leal.

El primer paso es pedir a Moreno una mesa bilateral, como la que ha pedido éste a Sánchez, entre Junta y Ayuntamientos y Diputaciones que domina el PSOE, siempre que Moreno deje de aceptar el apoyo de Vox. O sea, que va a intentar que el cambio principal del gobierno de Moreno sea cambiar a Vox por el PSOE como fuente de estabilidad si no convoca elecciones anticipadas. Por eso le pide a Moreno "transparencia electoral".

Temas

En España

    0
    comentarios