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Andalucía

La Policía y la Guardia Civil abortan la fusión de dos organizaciones criminales en Cádiz y Sevilla

Los agentes han detenido a 51 personas en una operación conjunta en el Campo de Gibraltar y Sevilla.

Un centenar de personas impiden a la Guardia Civil interceptar un alijo de droga en Cádiz

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Los agentes han detenido a 51 personas en una operación conjunta en el Campo de Gibraltar y Sevilla.
Una narcolancha en La Línea de la Concepción. | Policía Nacional

La lucha contra el tráfico de drogas en Andalucía por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha cobrado una importante victoria. Una operación conjunta de ambos cuerpos ha dado al traste con la fusión de dos de las organizaciones más importantes de Sur de España dedicadas al narcotráfico y el blanqueo de capitales. En esta operación se han detenido a 51 integrantes de estos grupos y se han intervenido más de 10.000 kilos de hachís, así como vehículos sustraídos, armas de fuego, ocho narcoembarcaciones, 12.000 litros de gasolina y 180.000 euros.

La Policía señala que los cabecillas de estos grupos criminales habían considerado trabajar conjuntamente para obtener un mayor beneficio económico. El impulsor de este pacto fue el principal dirigente de la organización gaditana, un conocido narcotraficante de La Línea de la Concepción que en la actualidad se encuentra en busca y captura por este y otros hechos similares. Debido al aumento de la presión policial en el Campo de Gribaltar comenzó a estrechar lazos con un clan dedicado a esta actividad instalado en Sevilla.

De Sevilla a Marruecos y vuelta a España

Esta investigación comenzó en marzo de 2020 cuando agentes de La Línea identificaron a un individuo que circulaba con gran cantidad de material náutico del utilizado en narcolanchas, así como una importante cantidad de dinero escondida en su vehículo, que podría estar sirviendo a grandes organizaciones criminales. En la capital andaluza el grupo criminal estaba liderado por un hombre con un largo historial por asuntos relacionados con el tráfico de drogas y especialista en introducir grandes cantidades de estupefaciente a través del río Guadalquivir.

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Operación conjunta de Policía y Guardia Civil

Las dos organizaciones ilícitas transportaban las embarcaciones semirrígidas y los motores de gran cilindrada desde fuera de España hasta naves industriales sitas en diferentes localidades de Sevilla y Córdoba gracias a un gran entramado logístico. En estas naves las preparaban y custodiaban hasta el día de la botadura. Además, todo este entramado logístico requería de conductores de camiones de gran tonelaje, mecánicos encargados de la puesta a punto de la misma y la preparación para su botadura, pilotos, embarcaciones y camiones con un valor económico superior al medio millón de euros y utilizados exclusivamente para estas actividades.

El clan de Sevilla supervisaba la botadura de las embarcaciones y no permitía que otra organización criminal se entrometiera en sus planes. Contaban con armas de fuego, chalecos antibalas, armas de electrochoque y otros elementos con los que ejercían su poder en esta zona de influencia. Las embarcaciones eran dirigidas hasta Marruecos, desde donde se introducía la droga en la costa española.

Los clanes usaban numeroso personal para realizar labores de vigilancia y para extraer la droga de las embarcaciones en la desembocadura del Guadalquivir con personas desplazas desde La Línea, Sevilla y miembros de la organización criminal oriundos de la zona de Sanlúcar de Barrameda. Cuando se finalizaba la descarga del alijo, se surtían de gasolina y víveres. Además, en algunas ocasiones cambiaban la tripulación para volver a Marruecos.

La desarticulación de los dos clanes

La Policía detalla que tras la investigación se localizaron las naves, los camiones y los remolques utilizados para transportar las embarcaciones y los motores que usaba la organización criminal. También se consiguió identificar a la gran mayoría de los implicados. Los clanes se habían unido con la intención de conjugar fuerzas, repartirse las funciones y así aumentar su operatividad en la introducción de los alijos en la playa.

El primer fruto de estas gestiones se obtuvo en noviembre de 2021 cuando se interceptó un primer alijo de 3.500 kilos de hachís en las playas de Huelva. Una de las embarcaciones de la organización intentó desembarcar la sustancia estupefaciente en Lepe, siendo en ese momento sorprendidos por un dispositivo conjunto de Policía Nacional y Guardia Civil en el que se detuvo a siete personas. Los detenidos estaban relacionados con el clan de La Línea.

En enero de 2022 dos personas más fueron detenidas en la desembocadura del Guadalquivir con dos alijos con 2.440 kilos de hachís. Los agentes se incautaron, además, cuatro vehículos de carga sustraídos y un arma de fuego. El 7 de febrero la organización intentó introducir otro alijo en dos embarcaciones por el Puerto de la Atunara de La Línea y los investigadores lograron impedirlo deteniendo a tres personas que se encontraban custodiando 4.000 kilogramos de hachís en lo que es conocido como "guarderías". Un día después se consiguió la desarticulación de las dos organizaciones criminales más importantes del Campo de Gibraltar y Sevilla.

51 detenidos y más de 10.300 kilos de hachís

El resultado final de la operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha saldo, hasta el momento, con la detención de 51 personas de las que 21 se encuentran en prisión preventiva; se han intervenido más de 10.300 kilos de hachís, vehículos sustraídos, armas de fuego, ocho narcoembarcaciones y gran cantidad de combustible (1.200 litros), asimismo en los registros se han intervenido 180.000 euros en efectivo.

Los agentes comprobaron durante las investigaciones que los principales responsables de ambos clanes contaban con un alto poder adquisitivo y una gran capacidad económica para planificar las operaciones. Añaden que su infraestructura iba desde el lugar de ocultación y preparación de las narcolanchas en naves de distintas localidades de Andalucía, su botadura con camiones de gran tonelaje.

Los miembros de la organización criminal realizaban todas las actividades relacionadas con el narcotráfico. Contaban con mecánicos, conductores de camiones, pilotos de embarcaciones, y otras personas que participaban en las descargas de los alijos y en la ocultación de la narcoembarcación. También comprobaron los investigadores que parte de los miembros de la organización contaban con armas de fuego, chalecos antibalas y elementos para hacerse pasar por agentes policiales. Con esta indumentaria conseguían robar alijos de otros clanes mediante la técnica del "vuelco".

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