Dice una popular rumba rociera que "cuando falta una semana para salir de romería, en el barrio de Triana hay roturas de alcancías". Unos versos que cobran especial sentido este año, ya que en las vísperas de la peregrinación más especial que se recuerda las 125 hermandades filiales que transitan hasta la aldea del Rocío, han recibido una circular de la Agencia Tributaria en la que se les insta a comunicar con quién contratarán los animales que tiran de las carretas, el número de animales que utilizan, así como la guía de transporte de los mismos.
Todo ello, según recoge una información de ABC, con el fin de obligar a tributar a quienes, año tras año, dirigen los bueyes que tiran de las tradicionales carretas. En el caso de los trabajadores profesionales, ya lo hacen con los contratos reglamentarios, tal y como cuentan a Libertad Digital desde una hermandad. Pero, con lo que no cuenta el ministerio que dirige María Jesús Montero, es que la mayoría de personas que representan a este colectivo, son hermanos, devotos o incluso ganaderos que prestan sus servicios de forma desinteresada, a modo de donativo a la hermandad.
Una de las corporaciones que más personas congrega es la del Rocío de Sevilla de Triana, con una antigüedad que data de 1814. Anualmente suele recorrer el camino del Rocío con más de cinco mil personas, trescientos caballistas y una treintena de carretas, además de coches de mulas. Algunas de las carretas tienen casi tanta historia como la hermandad, y de generación en generación, son familias las que aportan los bueyes de sus ganaderías gratuitamente. Ahora a los aficionados también se les obligará a regularizar esta actividad que practican como aficionados.
Las hermandades no ocultan su preocupación por el requerimiento de Hacienda, ya que su efecto podría mermar a una actividad muy específica que se concentra en una época concreta del año. La retribución que reciben aquellos que sellan un contrato para ofrecer el servicio no suele alcanzar si quiera el coste de manutención de los animales, con lo que en muchos casos los aficionados podrían desistir y terminar sacrificando a sus reses.
Cabe destacar que esta medida se enmarca en la hoja de ruta que Montero está trazando en las fiestas populares de Andalucía. El antecedente más cercano, precisamente, se encuentra en la decisión de reclamar el IVA del pago por las famosas sillas de Semana Santa que instalan las hermandades en los centros de las ciudades, conocida como la "carrera oficial", por donde transitan las cofradías. En el caso de Sevilla, el Tribunal Económico Administrativo Regional de Andalucía lo declaró exento, aunque la Agencia Tributaria ya anunció hace unos días que recurriría la sentencia.