Desde el primer momento el PSOE ha tratado de introducir la idea de que todo lo que pase en las elecciones del próximo domingo 19 de junio en Andalucía no se puede interpretar más que de Despeñaperros para abajo. En clave andaluza. Pero hasta el propio presidente de la Junta de Andalucía y candidato popular, Juanma Moreno, ha reconocido que un mal resultado para los socialistas "pondría en una difícil situación al Gobierno". Es más, no se descartan cambios en la Moncloa si el candidato socialista, Juan Espadas, baja del resultado que en 2018 cosechó Susana Díaz: 33 escaños.
Bajo esta premisa, es indudable el eco nacional que adquiere esta cita con las urnas, que -además- abre un nuevo ciclo electoral en España: con las municipales en menos de un año y las generales en diciembre de 2023. Por ello este fin de semana la provincia de Málaga se convierte en el epicentro de la política nacional, con una intensa agenda prevista para el sábado y domingo con los cinco principales líderes: Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal, Yolanda Díaz e Inés Arrimadas. Todos ellos estarán participando en mítines con sus respectivos candidatos.
El sábado, turno para los dos grandes partidos del arco parlamentario: PSOE y PP. Tras varios cambios de última hora por las altas temperaturas que se esperan, el primer acto tendrá lugar a las once de la mañana en la localidad malagueña de Cártama, ubicada en el Valle del Guadalhorce. Concretamente en el Auditorio Parque Santo Cristo de Cártama. Allí Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder del PSOE, acompañará a su candidato, Juan Espadas. El foco principal, "que no el único", estará puesto en "políticas de juventud", según desvelan a Libertad Digital fuentes socialistas.
El PSOE busca movilizar a su votante
Los ánimos son otros tras el primer fin de semana de campaña y el paso por el debate electoral de TVE. Consideran que Espadas cada vez es más conocido entre la extensa población andaluza y que están consiguiendo reenganchar con el electorado. "Se trata de ir desgranando nuestro programa e ir movilizando al voto socialista", señalan las fuentes consultadas. Además añaden que "se ve más ambiente electoral" y que, por lo tanto, "hay que seguir en esta línea".
Para esta contienda electoral, lejos de lo que se podía esperar, Ferraz ha tomado las riendas de la campaña y ha ordenado un desembarco considerable de ministros, con el propio Sánchez implicándose de lleno. Aunque, todavía está por ver si la figura del líder del Ejecutivo suma o, más bien, resta a los socialistas. Desde el Partido Popular interpretan la omnipresencia del presidente en esta campaña como una táctica desacertada. Creen que con cuestiones tan preocupantes como la inflación, que está desbocada, el comodín de la Moncloa es todo un bache en la carrera de Espadas.
De hecho, el PP observa cierto nerviosismo en su principal contrincante ante la anunciada derrota. Buena prueba de ello es la decisión del candidato socialista de suspender agenda esta semana para visitar las zonas afectadas por el incendio de Pujerra. Al parecer, trató de acceder a un perímetro al que no podía. Y después cargó contra la gestión del INFOCA, dependiente de la administración andaluza. Los populares consideran que hacer política con una tragedia humanitaria es un recurso para perdedores.
El desalojo del poder en el principal fortín socialista tras los comicios del 2018 supuso un gran varapalo para el PSOE. Sin embargo, en las generales que se celebraron al año siguiente consiguieron recuperar hasta 800.000 votos. Ahora, el escenario es muy diferente. Los sondeos que se publican de manera periódica empiezan a dibujar un cambio de ciclo en España y el termómetro andaluz podría ser la ratificación de ello. Una pérdida sustancial de votos en la región más poblada del país y que casi siempre ha votado en socialista, pondría en jaque a Sánchez.
El camino de Feijóo a la Moncloa
De ahí que para Alberto Núñez Feijóo, recién llegado a Génova 13, estas elecciones también tengan especial trascendencia. El presidente del PP se enfrenta a su primer examen y, al contrario de Sánchez, este sábado protagonizará el mitin central de la campaña electoral de su partido por la tarde. Será en Málaga capital, en un lugar céntrico: la calle Alcazabilla. Se espera la asistencia, como mínimo, de tres mil personas. Y aunque la mayor parte de su discurso la dedicará en ensalzar a su candidato para las andaluzas, habrá alusiones a las políticas del Gobierno central.
En el XX Congreso Nacional del PP, que promulgó a Feijóo como líder nacional, ya se exhibió el tándem con Moreno. Aunque la relación que ambos mantienen viene de más atrás. Desde que el presidente de la Junta llegó a San Telmo, sede de la presidencia, su referencia política siempre ha sido el gallego: capaz de reeditar hasta cuatro mayorías absolutas en torno a un mismo perfil de moderado, centrista y buen gestor. Ahora Juanma Moreno se presenta en términos muy similares, priorizando balance de gestión, marca personal y dejando las siglas del partido en un segundo plano.
Los populares consideran que con una mayoría abrumadora de Juanma Moreno el 19-J que le permita gobernar en solitario, el presidente nacional del PP automáticamente habrá recorrido muchos kilómetros en su camino hacia el Gobierno de la nación. Eso sí, de cara al mitin central, tampoco quieren hacer ver que dan por ganada la partida. El hecho de que todas las encuestas apunten a una misma dirección es motivo de ilusión para el PP, pero saben la euforia es mala amiga y que un exceso de confianza puede jugar malas pasadas.
Una de las grandes claves de estas elecciones será el trasvase de votos del PSOE al PP. Máxime cuando hace tan sólo tres años la izquierda rodeó el Parlamento Andaluz en la investidura de Juanma Moreno. A día de hoy, hay estudios de opinión que reflejan que hasta un 20% de votantes socialistas estarían dispuestos a cambiar de bando y apoyar, por primera vez, al candidato popular. Desde el PP-A achacan este vuelco sociológico a la gestión del Gobierno de Andalucía los últimos tres años y medio. Pero añaden que un líder como Feijóo en Madrid "suma".
El acto de Vox en Marbella
En cuanto al resto de partidos, Vox también acude a estas elecciones con la convicción de que son decisivas para terminar de erigirse como una alternativa viable al Sanchismo. Y así lo ha demostrado con la elección de la candidata: Macarena Olona, uno de los principales activos del partido en el Congreso de los Diputados. En estos días todos los dirigentes nacionales se reparten por los diferentes puntos de la geografía andaluza.
Concretamente Santiago Abascal, presidente de la formación, protagoniza tres actos con la candidata. El más destacado de ellos tendrá lugar el domingo, en la provincia de Málaga, en Marbella. Allí intervendrán, además de Abascal y Olona, la italiana Giorgia Meloni, líder del partido Fratelli d’Italia, que podría convertirse en la fuerza más votada de las próximas elecciones del país transalpino.
En Vox descartan haber perdido fuelle, como reflejan algunas informaciones, e insisten en que una vez más que los sociólogos se estrellarán con sus pronósticos. De hecho, recuerdan una y otra vez que en 2018 estuvieron muy por encima de lo que reflejaron los sondeos. Entonces dieron el salto a las instituciones con un resultado sorprendente de doce parlamentarios. Ahora esperan duplicar escaños y convencer de que han llegado para quedarse y entrar en los gobiernos.
También el domingo, a una semana de que se abran los colegios electorales, participarán en actos de campaña en la provincia malagueña la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. La primera estará en un mitin junto a Inmaculada Nieto, candidata de la formación de extrema izquierda Por Andalucía (coalición en la que se integran Podemos e IU, entre otros partidos). Yolanda Díaz, en plena elaboración de su proyecto para las generales, ha terminado interpretando esta cita como una suerte de ensayo.
Arrimadas, mientras tanto, trata de reavivar su proyecto político desde el único territorio donde los naranjas han sobrevivido a un gobierno con el PP sin sobresaltos. Juan Marín, vicepresidente de la Junta y candidato de Ciudadanos reconoce que, llegados a este punto, ha sido el presidente Moreno quien ha rentabilizado la gestión. Ahora trata de vender el historial de sus consejerías y aspira a salvar los muebles con alguna representación en el Parlamento. Que podría ser la número uno por Cádiz, Rocío Ruiz. De no entrar Ciudadanos en la cámara autonómica, sería la puntilla para el futuro político de Arrimadas.