La Plaza de España de Sevilla, uno de los monumentos más impresionantes de Europa

Por sus dimensiones, su belleza y su arquitectura que ha cautivado a Hollywood, la Plaza de España es uno de los monumentos más imponentes de Europa.

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La Plaza de España de Sevilla es un conjunto arquitectónico levantado para la Exposición Iberoamericana de 1929, de la que fue el espacio más emblemático.

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Es una obra del arquitecto español Aníbal González, que también dirigió las obras hasta que dimitió en 1926, tres años antes de acabar.

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Está considerada la gran obra de la arquitectura regionalista, un estilo que surgió en España a finales del siglo XIX y principios del XX y que, mientras que en Cataluña y Valencia se desarrolló sobre todo con una estética modernista, en Andalucía rescató detalles del barroco y el mudéjar.

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Sus dimensiones son impactantes: tiene 170 metros de diámetro y 50.000 metros cuadrados, 19.000 de ellos están edificados. Las torres tienen 74,1 metros de altura, lo que en su día fue considerado hasta escandaloso en la propia Sevilla.

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La ría, por su parte, tiene 515 metros de longitud y hoy en día es usada como espacio de recreo para dar paseos en barca.

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Aunque en el plan original eran ocho, al final la ría está cruzada por cuatro puentes que repesentan a los cuatro reinos cristianos que dieron origen a España: León, Castilla, Navarra y Aragón.

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Pensada y creada para la Exposición Iberoamericana, la plaza quiere ser un abrazo desde España a los antiguos territorios españoles en América, y de ahí la forma elíptica de los edificios, como la de dos brazos abiertos.

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Además, en este hermanamiento participaban todos los territorios españoles: en los bancos adosados a los edificios y en unos preciosos azulejos están representadas 48 provincias españolas –sólo falta la propia Sevilla y Canarias está representada como un conjunto– que por supuesto son el lugar favorito de los turistas para hacerse fotos.

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La plaza no solo es grandiosa desde el exterior y por el tamaño de los edificios, los espacios interiores también son majestuosos.

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Una vez pasada la Exposición Iberoamericana para la que fue creada la idea era que la plaza y sus edificios fuesen usados por la Universidad de Sevilla, pero finalmente acabo siendo la sede del gobierno militar.

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Su peculiar arquitectura y sus dimensiones la han hecho un escenario perfecto para muchas películas, entre ellas algunas de las mayores superproducciones de la historia, como Lawrence de Arabia o el episodio dos de Star Wars.

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Su construcción resultó mucho más compleja de lo que se había previsto en un principio y, para lograr terminarla para la Exposición Iberoamericana, hubo que tomar medidas especiales y contratar a una legión de obreros: hasta 1.000 personas llegaron a participar en las obras al mismo tiempo.

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Después de los muchos problemas de la construcción al final la plaza fue inaugurada por el rey Alfonso XIII, que al verlo pronunció una frase que ha quedado para la historia: “Señores, yo sabía que esto era bonito… Pero no tanto”.

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En la mejor tradición española, el presupuesto previsto se disparó de forma impresionante: en 1914 la previsión fue gastar 628.500 pesetas, pero en 1929 se había gastado más de 15 millones y con los gastos de última hora, se superaron los 17 millones.