La ordenanza municipal de Sevilla en relación a las despedidas de soltero se verá reforzada con el cambio de gobierno en el Ayuntamiento. Así lo ha anunciado este miércoles el alcalde electo, José Luis Sanz, que afirma que el conocido como ‘turismo de borrachera’ "no interesa nada" a la ciudad hispalense.
Esta filosofía en torno al turístico sigue las líneas establecidas por la propia Junta de Andalucía. El consejero del ramo, Arturo Bernal, viene persiguiendo un "turismo de calidad" apoyado por el sector cultural. Y es que el Gobierno andaluz trabaja por desestacionalizar el flujo turístico, y diversificar el perfil y el origen del turista.
En este sentido, la Consejería incide en que un nuevo perfil de viajero, con un mayor poder adquisitivo y con inquietud por conocer la cultura, tradiciones y patrimonio andaluces, producen "más beneficio en las empresas, entre la ciudadanía, y en el propio territorio". La medida no es inédita en Andalucía. El también popular Francisco de la Torre ya endureció la regulación en este ámbito en la ciudad de Málaga. Ahora, en la capital de la Costa del Sol, quienes paseen sin ropa o en ropa interior reciben una multa, al igual que quienes lleven muñecos u otros "elementos de carácter sexual".
No será esta la única política turística que cambiará en Sevilla. José Luis Sanz apuesta por la implantación de una tasa turística siempre que atienda a una petición del sector, y que sea "finalista" y "negociada". Asimismo, Sanz planea revisar la normativa de los alojamientos turísticos para solucionar los "muchos problemas" que este tipo de viviendas está generando en la convivencia y vida cotidiana de los sevillanos. Por todo ello, el futuro alcalde mantendrá una de sus primeras reuniones en el cargo con el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, con el objetivo de "ponernos de acuerdo" en la regulación de pisos turísticos.