
Bruno García de León (Jerez de la Frontera, 1979) abre las puertas de la alcaldía de Cádiz a Libertad Digital casi un año después de la primera entrevista cuando todavía era el último candidato designado por el PP para tratar de recuperar las ocho capitales de provincia en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023. El también presidente del partido en la provincia de Cádiz enseña el majestuoso despacho con tres puertas que simbolizan los tres estamentos. Una de ellas lleva directamente a la iglesia de San Juan de Dios que da nombre a la plaza donde está emplazado el Ayuntamiento desde siempre.
El ya regidor de la ciudad la noche del 28M de 2023 no supo hasta el último minuto si iba a poder gobernar en un recuento de infarto. Sabía que muchos votantes de la izquierda le iban a dar su confianza en las urnas para llegar a la mayoría absoluta. García se muestra firme ante las primeras preguntas de LD sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su amago de dimisión de la que se cumplen unos días. Asegura que le "gusta separar" y que no aprovecha la alcaldía para eso consciente de que "hay mucha gente" que le ha votado que "probadamente votara a Pedro Sánchez". Con esos votos prestados de la izquierda consiguió los catorce concejales para acabar con la inercia negativa de los ocho años de José María González Kichi al mando de una de las ciudades más antiguas de Europa.
Libertad Digital: Contaba usted hace un año con que mucha gente de izquierdas le votara. Advertía una necesidad de cambio respecto a la administración Kichi y, ahora, se debe también a esos votantes.
Bruno García: Claro. Nosotros teníamos seis concejales y teníamos que sacar catorce. Una brutalidad. Sabíamos que existía un gran desafecto hacia el Gobierno anterior. Eso lo teníamos en encuestas, pero lo veíamos muy claro en la calle. Eso, si te digo la verdad, nos llevaba a diez-once concejales, doce si me apuras, pero había que sacar el catorce. Nosotros sabíamos que aquí no iba a haber Vox y que esta ciudad no tiene perfil para que haya Vox. No digo que no haya gente de Vox, que los hay, claro. Sí sabíamos que teníamos que llegar a catorce y ese llegar es querer ser abiertos a la ciudad, ir hacia todos los votantes. Nosotros no estábamos hablando de derechas, de izquierdas ni de arriba y abajo. Estábamos hablando de que la ciudad de Cádiz necesitaba un cambio y ese margen me obligaba, y yo quería y lo hago, a un Gobierno para todos. El discurso mío iba por ahí y yo, además, me lo creo. El problema sería llevarme para otro lado. Vimos que por ahí iba el tema, se confirmó que había una desafección muy gorda, muy muy grande, con el Gobierno anterior. Ellos pasaron de trece a seis y nosotros de seis a catorce.
LD: Hace poco ha salido la encuesta del CENTRA que dice que el PP de Juanma Moreno crecería en escaños superando la barrera de los 60 escaños en Andalucía. ¿Cree usted que se debe también a ese perfil moderado?
BG: Absolutamente. El perfil de Juanma Moreno es el suyo y el mío está absolutamente alineado. Lo hago queriendo y lo hago sin querer. Me sale natural, yo soy así. Yo soy bastante abierto en eso. Hay otras fórmulas que funcionan. La mía es ese perfil que es, sin duda, el de Juanma Moreno. Se habla de mayorías y lo que hay detrás son personas. La gente que te vota, cuando confían en ti la mayoría de personas, es porque tú estás queriendo hacer algo para ellos. Si yo quisiera irme hacia un lado y plantear una cosa pues sólo iría hacia una parte y nosotros vamos hacia el todo. En ese todo consigues las mayorías. Juanma Moreno tiene ese perfil moderado, de calle. Es muy importante estar muy pegado a la calle. No aislarte de la política real y ahí, en eso, se está viendo obviamente el respaldo de los andaluces. Hay otros estilos, otras cosas, otros perfiles, los hay, sin duda, pero el mío es este y creo que, además, para la ciudad este es mejor que otros perfiles.
LD: Desde la Junta se aboga mucho por la llamada vía andaluza: buscar más el consenso e intentar no ir tanto a la confrontación.
BG: Sí, sí. Yo creo que el acierto está primero en el diálogo y, luego, en la razón. No en la vehemencia que no es un elemento que funcione per sé. Está bien en determinados momentos que lo requieren, por supuesto. Momentos en los que hay que enfrentar las cosas con vehemencia, con pasión y con corazón. Yo me considero moderado y los moderados también lo hacemos con pasión. Llegar a acuerdos, hablar, buscar el encuentro, también eso requiere mucha pasión. No confundamos las formas con el fondo.
LD: Sin embargo, es cierto que con el Gobierno de la Nación hay puntos de fricción y es algo que estamos viendo en otras regiones y otras zonas de Andalucía, pero que también ocurre aquí.

BG: Andalucía tiene un problema de financiación importante. Afortunadamente hemos pasado una barrera en la que otras CCAA que están con el mismo sistema, incluso siendo del PSOE, lo denuncian. La misma persona que dijo que lo iba a arreglar, María Jesús Montero, que reclamó los famosos 4.000 millones, es ahora la que no los da. Está firmado por ella y eso es una incoherencia que nosotros la ponemos sobre la mesa. Aún así, seguimos trabajando y sacando los temas. Intentamos arreglar las cosas. Es verdad que en los últimos tiempos se pone el foco en algunas CCAA y se deja de lado otras que tienen muchas necesidades como es el caso de la nuestra. Eso sí, y en ese encaje va Cádiz, la ciudad. La financiación de Andalucía podría ser desde luego como ellos habían reclamado que fuera. Así estaría bien y ni siquiera es eso.
LD: ¿De todo lo que el Gobierno puede hacer por Cádiz qué es lo que más echa en falta?
BG: Yo ahora mismo estoy en una fase con el Gobierno de construir. Estoy en un punto con todas las administraciones, con ayuntamientos vecinos que no son del PP, con la Junta de Andalucía que sí es del PP y con el Gobierno de la Nación, estoy con el mismo método que es sentarme y sacar temas adelante. Y no les miro el color. Lo mismo que lo hago con la Junta de Andalucía lo hago con el Gobierno de España. Es una fase de trabajar conjuntamente, no necesito una pancarta y un megáfono para comunicarme con otra institución. Estoy intentando sacar las cosas adelante, pero no son fáciles y a veces no salen. Y se le van a reclamar, pero estoy en una fase de diálogo. Al estilo de lo que ha hecho Juanma Moreno con Teresa Ribera con el tema de Doñana. Si tú quieres que un tema no salga muchas veces lo mejor es enfrentarte a la institución. Entonces es mejor acordar y trabajar y eso estoy haciendo también con el Gobierno de España.
LD: Volvemos a la vía andaluza.
BG: Yo de momento quiero este verano abrir un castillo que tenemos aquí, el Castillo de San Sebastián, que depende del ministerio de Medio Ambiente, y lo abriremos si llegamos a un acuerdo los dos en el que estamos trabajando. Yo en vez de reclamárselo como el que reclama una deuda lo reclamo trabajando para sacarlo adelante. Voy primero por ese camino porque lo que quiero es abrir el castillo. Tengo trabajo y diálogo con ayuntamientos del PSOE como los de San Fernando y Chiclana o de Izquierda Unida como el de Puerto Real. Yo no tengo un problema si es útil para la ciudad. Esta es mi obligación y la cumplo, otra opción es ponerme una pancarta y reclamar y hacer de todo un drama, una guerra. No estoy en eso, al menos no de momento. No sé en un futuro lejano… (risas).
LD: En pocas semanas se va a cumplir un año de ese recuento electoral de infarto que le llevó a la alcaldía con la mayoría absoluta. Me acordé mucho de usted.
BG: Se acordó todo el mundo (risas). Como fui el último me vio todo Cristo. Hay un vídeo en mi Instagram donde se ve todo el proceso. Pusimos una pantalla y me bajé y vi el final con treinta periodistas delante, otras sesenta personas detrás y en medio estaba yo. Vimos el proceso de pasar de los doce, a los trece y hasta que llegamos al catorce. Yo tenía la sensación de que podía darse porque habíamos peleado mucho todos esos cuatro meses. Tenía la conciencia tranquila. La noche de antes dormí muy bien y no suelo dormir bien. Y funcionó. Fue todo muy rápido y tampoco me dio tiempo a ponerme especialmente nervioso. Ganamos eso y la Diputación de Cádiz. Yo soy presidente del PP de Cádiz y tenía esa noche dos objetivos que podía perderlos los dos, perder uno y ganar uno y al final se ganaron lo dos.
LD: Y un reto para el PP de recuperar las ocho capitales andaluzas y sus diputaciones. Éste último no lo consiguieron se quedaron dos colgadas: Jaén y Sevilla.
BG: De las ocho, todas y en la provincia Jerez y Algeciras. Jerez era muy difícil y María José García-Pelayo hizo un trabajo muy bueno, José Ignacio Landaluce lo venía haciendo y El Puerto de Santa María también se consolidó. Creo que hicimos un trabajo muy bueno y estamos muy contentos e ilusionados. Ese día nos jugábamos mucho y salieron las cosas.
LD: ¿Cuando llega usted a este despacho y empiezan a abrir cajones y levantar alfombras qué se encuentran?
BG: Me preguntan mucho por los cajones. Hemos visto cosas que no habían hecho. Cosas que habían dicho que estaban haciendo y no estaban haciendo. Sinceramente no he dedicado mi tiempo a eso y la ciudad tiene muchos problemas que arreglar. Hemos visto alguna cosa y lo que hemos visto lo hemos dicho. Se ha confirmado la dejadez y la falta de ganas de la ciudad, pero no estamos buscando papeles para buscar irregularidades. Si las hay ya se verá. En principio nosotros no hemos ido a buscar eso ni a ver qué encontrábamos, ese no es el planteamiento. Lo que sí vemos es que faltaban muchas muchas cosas por hacer. El pasado ya no lo puedo cambiar y lo que estoy intentando es tirar para adelante con el futuro. Hay algunos problemas que estaban muy claros que no se explicaban como los fondos europeos que no los habían ejecutado como tenían que ejecutar. Algunas cosas como esas las hemos apretado nosotros y lo hemos intentado solucionar. No es esa nuestra política, que es mirar para adelante, la verdad.

LD: ¿Qué proyectos ha conseguido la ciudad que con nuevo impulso o una nueva política se han podido desbloquear?
BG: Fundamentalmente lo que ha pasado es el cambio de ritmo de gestión de una ciudad. Antes había una dejadez muy importante. La ciudad no es sólo un gran tema, son muchos a la vez: limpieza, movilidad, asuntos sociales, deporte… Son muchas muchas cosas. El problema es cuando no tienes la tensión positiva en todos los temas. Porque cuando no la tienes la ciudad se te cae y la ciudad había cogido claramente una inercia de caída. Eso lo vio todo el mundo y los resultados están ahí. En la primera fase lo que estamos haciendo es cambiar esa tendencia. Mejoras la limpieza, el mantenimiento de la ciudad, el tema de los juegos infantiles, las ayudas a domicilio, el tema de la vivienda, la policía… No es un gran proyecto que digas: ¡Ahora se va a ver el cambio! El proceso se genera. Durante este año hemos puesto las bases y durante el próximo año se va a ver el cambio porque ya van a empezar las obras. Ya ha empezado la máquina a rodar con más ritmo, yo creo que mejor. En todos los ámbitos estamos impulsando o avanzando, dando esa inercia positiva que es la que necesita una ciudad. Cuando empiezas a sacar los temas, la ciudad empieza a rodar de otra manera y ahora empiezan las cosas a ir mejor.
LD: Su Ayuntamiento ha mantenido la legislación anterior sobre vivienda turística sin ampliar las licencias. ¿Cómo se puede compaginar el ámbito turístico de una ciudad como Cádiz con la vivienda?
BG: Mi prioridad son los vecinos. El turismo tiene que convivir con los vecinos de la ciudad de Cádiz. Es la primera de mis obligaciones. El turismo es absolutamente compatible con la ciudad de Cádiz. Queremos turismo. Ya hemos llegado a un punto que tenemos una cantidad. Hubo un tiempo que estábamos buscando cantidad y ahora queremos reforzar desde la calidad. Nuestro objetivo es la calidad. En ningún caso puede ser incompatible con vivir en la ciudad de Cádiz y con los vecinos. Vimos que existía una saturación en el Casco Histórico ¿nos daba la normativa anterior una herramienta para proteger la vivienda en la ciudad? Sí. ¿Hemos querido cambiarla porque el otro la hacía? No, hemos mantenido esa normativa y la vamos a seguir manteniendo. Primero los vecinos y, luego, las viviendas turísticas. Éstas ya tienen su espacio y ahora el espacio siguiente tiene que ser para los vecinos. Hay sitios para hoteles, sitio para camas y no para que los vecinos tengan que dejar sus viviendas. Yo no sé si eso encaja más o menos con el ideario de otros sitios, pero esto encaja con la ciudad de Cádiz.
LD: Ahora hay otros Ayuntamientos del PP que están siguiendo ese mismo guión. No sé si hay un cambio de discurso en el partido…
BG: Sé que está pasando en otros sitios, pero yo me dedico a la ciudad de Cádiz y aquí eso es lo que queremos nosotros. Lo vamos a defender y la normativa nos va a dar esa herramienta. Conociendo Cádiz como la conozco he decidido que ese es el camino y lo vamos a mantener.
LD: ¿Cómo puede conseguir revertir la pérdida de población encajándola con la falta de terreno?
BG: Tenemos dos fórmulas para revertir la situación, para frenar la curva. Vamos a frenar la curva de la tendencia. Dos cosas fundamentales: faltan oportunidades de vivienda y de empleo. Sobre vivienda sí las hay, tanto de renta libre como VPO en sus dos modalidades, una de alquiler social y otra de compraventa. En el PGOU se establecen que hay alrededor de 2.500 viviendas que se pueden ejecutar entre lo privado y lo público y estamos haciendo eso. Hay una serie de actuaciones que nos van a llevar a las 500 viviendas en los próximos tres-cuatro años. Eso nos va a permitir que haya más espacio. Hay una oportunidad de generar vivienda. Hay una zona (señala un mapa de la ciudad que hay encima de la mesa) en la que se van a poder hacer 800 viviendas, la mitad de renta libre y la mitad de VPO. Hay opciones de hacer vivienda, lo que hay que hacer es hacerlas y nosotros estamos intentando que se hagan. Y, luego, las opciones de empleo. La ciudad de Cádiz tiene oportunidades de empleo. No es fácil porque muchas veces el empleo está asociado a determinados espacios. Ahora estamos intentando desarrollar la Zona Franca y la integración muelle-ciudad porque el muelle se va a abrir a la ciudad. En ese aspecto hay oportunidades de futuro y de empleo. Haciendo más vivienda, con el desarrollo de estos dos espacios más el refuerzo de un turismo cultural en el Casco Histórico, ahí yo creo que la ciudad tiene oportunidades para mirar al futuro y eso es lo que vamos a intentar hacer.
LD: La última señor García ¿cómo se han vivido esos primeros carnavales siendo alcalde?
BG: Yo soy carnavalero. Me gusta mucho y tenía cierto respeto. Tenía ahí la cosa de si me iban a cantar o no y, sí, me cantaron desde el primer día (risas). Se han portado bien. Ha habido de todo. Lo que llamamos nosotros carga gaditana. Ha habido humor y también crítica, como tiene que haberla. No se puede entender un alcalde de la ciudad de Cádiz sin que te den. Es lógico. Además, yo aprendo porque muchas de las cosas que dicen son muy interesantes y, al final, sirven de expresión para lo que piensa mucha gente y, por tanto, uno tiene que estar atento. Me sirve también para aprender y eso lo he dicho y lo mantengo.