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Carlos Rodríguez Braun

Por definir, que no quede

El señor Ezquerra asegura que Bush fue neoliberal, con lo que habrá que concluir que el neoliberalismo propicia una subida espectacular del gasto público. O sea que viene a ser como el socialismo.

Marcos Ezquerra escribe sobre el neoliberalismo en Cinco Días con todos los tópicos políticamente correctos y alguna fatal arrogancia, como la de definir el neoliberalismo como la doctrina que propone reducir las cotizaciones sociales ¡pero aumentar los impuestos indirectos!

He sostenido en alguna oportunidad que el neoliberalismo o bien quiere decir el liberalismo de toda la vida –el de la libertad individual, la propiedad privada y los contratos voluntarios–, en cuyo caso el prefijo es prescindible, o bien quiere decir cualquier cosa. Por ejemplo, el señor Ezquerra asegura que Bush fue neoliberal, con lo que habrá que concluir que el neoliberalismo propicia una subida espectacular del gasto público. O sea que viene a ser como el socialismo. Todo vale. A veces los progresistas definen sin titubear al liberalismo como la doctrina que recomienda bajar los impuestos ¡pero sólo a los ricos!

También asegura don Marcos que la crisis se debió al liberalismo, con lo que cabe sospechar que no se ha tomado la molestia, por ejemplo, de mirar qué ha sucedido con los impuestos y las regulaciones. Y sobre impuestos no tiene don Marcos dudas: define la subida de los impuestos indirectos como algo injusto y regresivo, porque los impuestos indirectos son iguales para todos los ciudadanos. Esta opinión está extendida entre el pensamiento único, aunque no deja de ser un llamativo indicador de distorsiones contemporáneas: se llama injusticia a la igualdad.

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