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John Stossel

Triunfar en EEUU

Tenemos una sociedad que recompensa los méritos. La mitad de los pobres dejan de serlo al cabo de 10 años. Nadie se queda donde empieza si es que no lo desea.

Estoy cansado de escuchar que Estados Unidos ya no es el país de las oportunidades. No es una idea que haya nacido con la crisis, porque hace años los políticos y los tertulianos ya se frotaban las manos apuntando al "descenso de la clase media".

"Las familias de clase media se las ven y se las desean para llevar una vida normal", repetía incesantemente el presidente Obama durante la camapaña. Por otro lado, Lou Dobbs nos machaca cada noche diciendo que "lo poco que queda de clase media en Estados Unidos podría estar al borde del colapso".

La escritora Barbara Ehrenreich se hizo famosa por afirmar que resulta casi imposible que un trabajador que ocupe un puesto básico dentro de una empresa triunfe en nuestro país. Barbara es la autora de Trabajo basura, un libro que describe su propio fracaso a la hora de "triunfar" ocupando empleos básicos. Su libro es ya de obligatoria lectura en miles de institutos y centros universitarios. Yo mismo la entrevisté durante mi especial de la ABC "Rescates, despilfarro e inversores optimistas".

  • Trabajé como camarera, mujer de la limpieza y empleada de Wal-Mart. Pero no mejoré nunca, –me decía.
  • Pero si haces un buen trabajo, asciendes, ¿no?, –le repliqué.
  • No es fácil. Wal-Mart limita el puesto más alto que podrás alcanzar en toda tu vida.
  • Pero, repito, si haces un buen trabajo puedes ascender a asistente del gerente o a encargado del centro.
  • Bueno, supongo.

Yo le recordé que el nuevo consejero delegado de Wal-Mart, Mike Duke, empezó con un contrato temporal. "Siempre hay excepciones. Mi propio padre se mató a trabajar durante horas y llegó a ser directivo, pero fue un caso entre un millón", me contestó.

¿De verdad es uno entre un millón? Adam Shepard se leyó Trabajo basura en la Universidad, ya que constituía material obligario. Y al terminar el libro decidió poner a prueba los argumentos que ofrecía Ehrenreich.

Escogió una ciudad al azar, Charleston S.C. y se presentó con 25 dólares en el bolsillo. No habló a nadie de su título universitario y pronto obtuvo un trabajo en el que cobraba 8 dólares por hora en una compañía de mudanzas. Siguió esforzándose y, según me contaba, "al cabo de un año tenía 5.500 dólares, un coche y un apartamento amueblado".

Adam relató su experiencia del sueño americano en Inicios modestos, un libro muy distinto a Trabajo basura:

  • Si quieres fracasar, adelante. Eres libre, ­­­–me decía.
  • ¿Acaso quiso fracasar Barbara Ehrenreich?, –le pregunté.
  • Estoy convencido de que quería fracasar... y escribir un libro sobre ello.

Acto seguido le pedí pruebas y me comentó "Barbara se compraba pantalones de 40 dólares y se hospedaba en hoteles, yo hacía sacrificios para tener éxito. Ella nunca realizó ninguno". Con esta información le pregunté a Ehrenreich por qué Adam triunfaba donde ella fracasó:

  • Lo sé, es embarazoso, –me reconoció.
  • ¿Intentaba usted fracasar?
  • Me parece que decir eso es muy injusto. Es cierto que comprar pantalones de 40 dólares fue una decisión errónea, pero la cometí muy al principio. Pero no creo que hospedarme en moteles sea una elección de ricos.
  • Podría haber tenido más éxito si se hubiese buscado un compañero de piso, –le repliqué.
  • En su momento, sí, podría haber tenido compañeros de piso, supongo.
  • Pero usted está diciendo que con estos empleos no se puede prosperar en Estados Unidos. ¡Y sí se puede!
  • Yo sólo conté cuál fue mi experiencia.

Sin embargo, su historia es un retrato muy engañoso de las oportunidades que ofrece Estados Unidos. El presidente del American Enterprise Institute, Arthur Brooks, precisa que "entre 1950 y 2007, la renta familiar de la clase media pasó de 29.000 dólares al año a 75.000, descontada la inflación".

Es verdad que estamos en medio de una recesión y que millones de personas han perdido su empleo. "No debemos tomarnos esto a la ligera, pero debemos ponerlo en perspectiva. Hemos sufrido peores recesiones". Y es cierto, la perspectiva ayuda. Como recuerda Brooks, "la gente de la clase media de hoy vive como los ricos de los años 50".

Brooks también considera que no es cierto que cualquier tiempo pasado fuera mejor: "Se decía eso en los años 20, en los años 50 y de nuevo lo repetimos hoy. No es que tengamos menos dinero, sino que nuestras expectativas de futuro son mayores".

Con la crisis, el miedo ha repuntado, pero la economía se recuperará. Y es que como concluye Brooks: "Tenemos una sociedad que recompensa los méritos. La mitad de los pobres dejan de serlo al cabo de 10 años. Nadie se queda donde empieza si es que no lo desea".

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