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José Antonio Martínez-Abarca

En mi planeta no hay PSOE

Tan, tan lejos pilla de la idea de una cierta Antiespaña que tiene Pajín, que en mi planeta el menos nacionalista de este rabo de Europa, el PP, elección tras elección, está en firme camino de triplicar el porcentaje de votos del PSOE.

Al extraño planeta donde nací y aún vivo no ha llegado el comunicado interestelar de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, "atención, terrícolas, al acontecimiento planetario que se va a producir...". Pilla muy lejos, lejos de la realidad virtual fabricada por los medios, y mis coterráneos y yo no hemos oído nada. Tan, tan lejos pilla de la idea de una cierta Antiespaña que tiene Pajín, que en mi planeta el menos nacionalista de este rabo de Europa, el PP, elección tras elección, está en firme camino de triplicar el porcentaje de votos del PSOE, tras doblarlo cumplidamente hace ya mucho tiempo (ahora la cosa va por el 62 por ciento PP y no llega al 30 por ciento PSOE). En la capital del planeta, donde moro, lo de triplicar está a mano ya (65 por ciento frente a poco más del 25). ¿Puede eso ocurrir en un universo a cuyos últimos rincones oscuros llega la sapiente luz producida por el próximo choque de titanes Obama-Zapatero?

Mi planeta se llama Murcia, y cae a trasmano de cualquier sitio, si bien sus habitantes no son en mi opinión pocos: pasan del millón y medio los censados, reunidos en una sola organización provincial, cerca de dos con los ilegales. Está, como tendrán noticia los más inquietos, en los confines del Sistema (no sé si el Solar), se encuentra habitado por gente peligrosa que los del PSOE del lugar, sabiendo de qué iba la cosa, trataron con bastante éxito de mantener completamente aislados por tierra, mar y aire durante decenios. Un sitio jodido que tiene la característica de que se traga como arenas movedizas, en un "amén Jesús", a los ministros de Zapatero que, derramando soberbia capitalina, han osado poner el pie aquí como no amigos (la ex ministra Narbona con el timo de su programa "A.G.U.A"; el dimisionario Bermejo, infamado cabeza de lista al Congreso por mi planeta, con sus cacerías de políticos del PP murciano, Unidad Central Operativa del general Hernando mediante, quien como siga haciendo méritos para sus jefes lo rebajan de nuevo a coronel).

No es ningún sitio que esté especialmente de moda y arrastra mala fama de antiguo, ahora mismo no tiene un modelo de crecimiento claro ni esperanzador (caído el ladrillo), toda esa chatarra espacial en forma de noticias chungas que se pierde en ondas concéntricas desde otros lugares va a parar hacia mi planeta y aquí sólo se leen algunos ejemplares de periódico más que en Extremadura y unos doscientos diarios menos por habitante/día que en Islandia. Pero a pesar de nuestras taras seculares que tanto se prestan a chufla entre el resto de españoles, es el primer paraje del cosmos donde el "diálogo entre civilizaciones" va camino resuelto de la clandestinidad. Aquí el 14-M, el día gallináceo, fue el único planeta donde Aznar no perdió ni un repajolero voto y entre los naturales hablamos un idioma notoriamente distinto al del telediario de la primera: aquí las limpias palabras castellanas –del idioma que se creyó un día era para hablar con Dios y a pesar de nuestro cerrado acento– siguien significando lo mismo de siempre, no lo que las asigna el que manda. En mi planeta no hay PSOE. Un planeta bien raro.

En España

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