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Amando de Miguel

De los errores siempre se aprende

Antonio García Vilanova me indica que es imposible percibir las huellas de los astronautas sobre la superficie de la Luna, incluso con el mejor telescopio. Me parece que me pasé un poco de optimismo tecnológico.

Voy engrosando la carpetilla de errores (propios o ajenos) que me señalan los puntillosos lectores de este rincón. Es una forma de aprendizaje. No hay escrito sin errores, como no hay cara sin arrugas. Quizá se pueda distinguir entre las equivocaciones por ignorancia de las que se producen al azar o por inadvertencia. Pero todas ellas son de alguna utilidad.

Antonio Molina Carrasco (arquitecto) dice que, en mi escrito sobre las muletillas del idioma manifiesto "un desconocimiento grave respecto a la lengua de Cervantes". Para don Antonio son "muletillas" si cumplen estas dos condiciones: "(1) Abuso indiscriminado de su uso, (2) ser un inicio de frase recurrente ante cualquier diálogo establecido". La verdad es que las muletillas que yo decía cumplen esas dos condiciones, si bien no tienen por qué estar al comienzo de una frase. Me remito al libro que acabo de publicar en colaboración con Francisco A. Marcos Marín, Se habla español (Biblioteca Nueva) donde se habla de las muletillas entre otros aspectos del habla. La muletilla más universal es el OK de los americanos. Nosotros tenemos el "hala, pues" de los aragoneses o el "tío, tronco, colega" de la jerga juvenil, entre otras muchas.

Varios colaboradores de este espacio me señalan que el famoso actor "Manuel Ligeo" no fue tal sino "Manuel Ligero". Pido perdón por la errata, fácilmente subsanable en las personas con un poco de memoria.

Carlos García Hernández me corrige: "Cláusula" es con acento, del que yo prescindí. Bien corregido está.

Agustín Fuentes me cuenta que hay una página web sobre contactos sexuales con este aviso: "acceso restringido a menores de 18 años". Es evidente que el aviso quiere decir lo contrario de lo que expresa: realmente el acceso se limita a los mayores de 18 años.

Oliver Chamero anota el error reiterado de confundir lo "humanitario" con lo "humano". Por ejemplo, el sintagma tan repetido de "tragedia humanitaria" cuando el genocidio es simplemente una "tragedia humana". Añado que bastaría lo de "tragedia", pues es rarísimo que en las tragedias no aparezcan seres humanos. Dejemos lo "humanitario" para la preocupación o el interés por el bienestar de las personas.

Lorenzo Martínez encuentra esta noticia en Libertad Digital: "el asesinato de Isabel Herrero y las heridas causadas a su marido, que fueron disparados a quemarropa...". En su opinión debería ser "a los que dispararon a quemarropa". Tiene razón don Lorenzo. En la literatura periodística es muy corriente el abuso de la forma pasiva, tan corriente en inglés.

José Alberto Torrijos Regidor me dice que mi amigo y paisano Ramón Carnero no debe de ser "etnólogo" (= experto en cultura popular) sino "enólogo" (= experto en vinos). Pues no. Mi paisano es un etnólogo hecho a sí mismo, aunque también podría pasar por folclorista, antropólogo o arqueólogo, pues su curiosidad por las costumbres de su tierra zamorana no tiene límite.

Antonio García Vilanova me indica que es imposible percibir las huellas de los astronautas sobre la superficie de la Luna, incluso con el mejor telescopio. Me parece que me pasé un poco de optimismo tecnológico. La verdad es que ignoro cuál pueda ser el alcance de los modernos telescopios (incluido el Hubble). Pero si se pueden vislumbrar estrellas a miles de millones de años-luz ¿no se puede ver la huella de un astronauta sobre la Luna? Espero que algún entendido me saque de dudas.

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