Nacht und Träume
Sólo nos debe preocupar seguir haciendo lo que hemos hecho este año. Tenemos un objetivo, un horizonte, hemos fijado un camino. Alguien te puede tirar una piedra, pero si te apartas hábilmente... Si seguimos en esta línea, vamos a celebrar muchas cosas en los próximos años
Palabras del lamentable Rajoy, pero que muy bien podrían haber salido de cualquier madridista.
El madridismo ha recuperado la voluntad de reinar a través de una experiencia mediática sin pay per view, sin goles y sin árbitro. Pero esta resurrección encuentra su reflejo inmediato en el antimadridismo, que jamás va a perdonar el eclipse total de triplete y que, precisamente por eso, regresa con furia renovada. Aquí no va a caer una piedra, sino una lluvia de meteoritos.
Hace un tiempo, en Fans del Madrid se analizaron las relaciones entre deseo y poder en el ámbito del antimadridismo y se concluyó que la incipiente talasocracia blanca debía crear otro número de divismo sexualizado, como el que se vivió con el florentinato beckhamista, para asegurar otra década de crecimiento y progreso. El fichaje de Cristiano Ronaldo asegura el éxito de la parte mediático-sexual, pero, si no va acompañada de músculo preventivo, posiblemente el desastre sea en este mandato irreversible para la Casa Blanca. Porque el Madrid de Pérez Pan va a ser víctima de un linchamiento semanal. Cada salida por los campos de esta España ya tan embrutecida, envidiosa y corroída por el rencor supondrá una batalla campal, una gigantesca piñata en la que aficionados, defensas, periodistas y árbitros se unirán en la locura tinellista. En Europa, Platanito, en feliz expresión de Juanma Rodríguez, y sus hombres de negro tampoco van a mostrar demasiada simpatía por el Madrid. ¿Tiene Florentino un plan para neutralizar esa Brunete global que tan poco tiempo ha tardado en reaccionar? De momento, no se vislumbra, quizá porque se ha puesto a construir Neverland por el tejado y sólo nos llega la luz tenue de las estrellas.
El primer año del regreso de Florentino Pérez debería haber servido para hacer limpieza en un vestuario tiranizado hasta la náusea, poner en orden las finanzas y, sobre todo, recuperar terreno perdido en la Federación, UEFA y medios de comunicación, que es donde se ganan los partidos de élite, como muy bien saben los sufridos seguidores de can Chelsea. Porque, en Neverland, la alegría va a durar un verano y, a partir de septiembre, el nacional piperismo exigirá títulos. Y si no llegan por motivos de piñata mayor, entonces, admirado Pérez Pan, los 50.000 admiradores que fueron a recibir a Kaká le van a recordar a usted eso tan castizo de que la jodienda no tiene enmienda.
Polvo de estrellas, lluvia de piedras...noche y sueños, Mariano, noche y sueños.