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Daniel Rodríguez Herrera

El spam de los estercolares

La herramienta de Hazte Oír nunca fue el problema. El problema para los estercolares es que se use para promocionar ideas discrepantes con el pensamiento que quiere ser único como sea.

El progresismo en armas no sólo se dedica a comparar al PP con Batasuna. Ya se sabe: la crispación es cosa del tío Federico y Aznar el malo malísimo. También se dedica a intentar desacreditar las iniciativas de los demás atacando sus métodos no porque sean malos, sino porque se usan en contra de las ideas de izquierdas. Es, de nuevo, la vieja ley del embudo, lo ancho para mí, lo estrecho para ti.

Fue hará cosa de un mes. El ex director de Público, Nacho Escolar, escribió en el periódico y en su blog un ataque contra la asociación conservadora Hazte Oír en la que la acusaba de enviar spam. En concreto, afirmaba que contaba con una "máquina" para realizar esta labor porque esta organización pone a disposición de todo el mundo –y no sólo de sus miembros– una herramienta que permite enviar una carta al director a 120 medios distintos.

Como Libertad Digital es un medio pequeño en el que casi todos hacemos casi de todo (y pongo el casi para evitar chistes fáciles), alguna vez he tenido que seleccionar y publicar las cartas al director. Créanme que los enviados a través de la herramienta de Hazte Oír se reconocen inmediatamente, y no dudo que algunos medios decidirán no publicarlas sabiendo que su sección puede compartir cartas con la de la competencia. Como es de esperar, los más son propios de la ideología de la organización, pero distan mucho de ser los únicos. Desde defensores de los Organismos Modificados Genéticamente a defensores de los animales y ecologistas, todo tipo de personas emplean ese formulario para enviar sus cartas.

El caso es que considerar esto una "máquina para enviar spam" es, como poco, atrevido. El sistema no envía mensajes indiscriminados y no deseados, sino sólo a unas direcciones específicas creadas también específicamente para recibir ese tipo de mensajes. Yo tengo que enviar mensajes con cierta frecuencia a grupos de 20 o 30 personas; esto no se diferencia mucho técnicamente, Hazte Oír tan sólo facilita un poco la labor. Pero no, no son los responsables de que su buzón esté inundado de ofertas de Viagra y mensajes muy correctos de nigerianos que quieren hacerle a usted rico.

En definitiva, esta herramienta nada tiene que ver con lo que usted o yo entendemos comúnmente por correo basura; tampoco creo que concuerde con lo que Escolar considera spam, pero siempre hay que cargar las tintas cuando de ponerle la mordaza a otros se trata; también le pareció muy bien emplear su blog como altavoz con el que promocionar una recogida de firmas para que la Conferencia Episcopal echara a Losantos.

Con todo, Escolar no es lo peor, ni mucho menos. Lo peor son sus acólitos, los que comentan habitualmente en el blog, los que puntúan como "comentario destacado" la receta para "cocinar un feto", los que algunos llaman los "estercolares". Y para prueba, un botón; los días posteriores al artículo fueron los primeros y últimos hasta la fecha en que la dirección de cartas al director de Libertad Digital recibió mensajes "no deseados" enviados desde la herramienta de Hazte Oír, es decir, mensajes que no eran cartas al director. Tenían todos un denominador común: se identificaban a sí mismos como spam e indicaban que procedían de la organización conservadora, animando en muchos casos a que se la denunciara, no sé aún por qué artículo del Código Penal.

Se ve que la herramienta nunca fue el problema. El problema es que se use para promocionar ideas discrepantes con el pensamiento que quiere ser único como sea.

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