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EDITORIAL

Esto no son ya sólo unos trajes

Urge que los dirigentes nacionales del Partido Popular ofrezcan una aclaración convincente a todos sus afiliados y a la opinión pública, más allá de la acusación genérica de que todo es un montaje fabricado por Rubalcaba.

La salida a la luz pública del último informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, el decimoquinto sobre la trama Gürtel, eleva el listón de la sospecha sobre la presunta corrupción en el Partido Popular de Valencia, con sus ramificaciones en el aparato nacional de ese partido que se siguen investigando en distintas sedes judiciales.

Según se describe en el informe de la unidad policial, los responsables del PP valenciano habrían ingresado importantes cantidades a la empresa de Álvaro Pérez, "El bigotes", sin que tales entregas consten en la contabilidad oficial y, por tanto, sin haber satisfecho los impuestos correspondientes.

La empresa de Álvaro Pérez, Orange Market, proveedora habitual para la realización de eventos organizados por el Partido Popular, habría recibido los pagos correspondientes a estos servicios, por un lado mediante la emisión y abono de las correspondientes facturas oficiales y, por otro, a través de la entrega opaca de cantidades importantes con destino a una caja B, cuya existencia y contabilidad paralela ha constatado la policía según establece en su informe. Parte de estos últimos pagos realizados de forma irregular habrían sido abonados, además, no por el Partido Popular, sino por distintas empresas que supuestamente habrían recibido un trato de favor por parte de la Generalidad valenciana. La inexistencia de denuncias respecto a las adjudicaciones públicas llevadas a cabo por el Gobierno valenciano y la contundencia y la rapidez en el desmentido de este último extremo por los responsables de las empresas citadas en el informe, contrastan con el silencio dentro de las filas populares, que, hasta el momento, no han atinado a refutar de forma clara el alcance de la participación de sus responsables valencianos en todo este oscuro asunto.

Las terminales mediáticas del PSOE ya están extendiendo la especie de que estamos ante la Filesa del PP, sin atender al hecho evidente de que mientras la trama organizada por el felipismo tenía por objeto financiar al partido de forma ilegal extorsionando a cuanto empresario se le ponía a tiro, en el caso del PP valenciano se investigan entregas de dinero del propio partido a una empresa proveedora: es decir, justo lo contrario. Así, la única sospecha hasta el momento, salvo que se demuestre el hecho de que hubo pagos realizados a Orange Market por empresas en nombre del PPV, es que parte de ese dinero abonado por el Partido Popular habría sido satisfecho sin pasar los debidos controles fiscales.

En todo caso, urge que los dirigentes nacionales del PP ofrezcan una aclaración convincente a todos sus afiliados y a la opinión pública, atónita ante la sucesión de informaciones que vamos ofreciendo los medios de comunicación sin que los afectados digan una sola palabra al respecto, más allá de la acusación genérica de que todo es un montaje fabricado por Rubalcaba.

Si la táctica de Mariano Rajoy va a seguir siendo la de esconderse y, eventualmente, restituir en sus cargos a los personajes sospechosos de corrupción, dejará de nuevo en manos del Gobierno y su rival político un arma formidable para desgastarlo durante largo tiempo. Y si hay algo evidente es que, en materia de propaganda y demagogia, los socialistas son unos virtuosos.

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