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Amando de Miguel

Las cosas pueden ser casi siempre de otra manera

El significado etimológico y auténtico de "enervar" es debilitar las fuerzas, relajar, sosegar. Pero hoy se emplea normalmente con el sentido opuesto de excitar, irritar, poner nervioso. No hay más remedio que admitir esa inversión de significados.

En el lenguaje discutidor, para convencer a otros, tan típico de las tertulias, se recurre mucho a la cláusula "como no puede ser de otra manera". Casi siempre que se anuncia, el oyente entiende lo contrario, que la cosa podría ser de otra manera. Para empezar, las palabras pueden tener dos sentidos: (1) el auténtico, el que se deriva del sentido originario, y (2) el nuevo, reconocido o no por el diccionario, pero que se entiende tranquilamente. Veamos algunos ejemplos:

Tomemos el "interfecto". Para los diccionarios se trata de una persona fallecida en una acción delictiva. Equivale a decir "el asesinado". Pero en la parla corriente, el "interfecto" equivale al susodicho, al fulano, a la persona citada. Está mal utilizado ese segundo sentido, pero en la práctica es el que funciona.

El significado etimológico y auténtico de "enervar" es debilitar las fuerzas, relajar, sosegar. Pero hoy se emplea normalmente con el sentido opuesto de excitar, irritar, poner nervioso. No hay más remedio que admitir esa inversión de significados.

El "desafío" significa realmente rivalidad, competencia agresiva, dificultad, algo que, por tanto, conviene evitar. Pero en la práctica se convierte en algo atractivo, interesante, que, por tanto, hay que buscar.

Por lo mismo, "agresivo" es un rasgo que acompaña a la persona o animal que ataca, que falta al respeto o que manifiesta violencia injustificada. Pero ese defecto se ha trastocado en virtud al ser la cualidad de la persona que tiene iniciativa, determinación, capacidad de decidir o gestionar acertadamente.

La voz "plausible" quiere decir merecedor de aplauso, de admiración. Pero en la parla actual indica más bien que algo es posible o probable. Por cierto, "seguramente" no quiere decir que algo tenga una alta probabilidad sino que su probabilidad es dudosa e incluso más bien baja.

Aceptamos con naturalidad que "archivar" un asunto judicial equivale a olvidarse de él, darle carpetazo porque no merece ser investigado más. Pero "archivar" es originariamente casi lo contrario: guardar o custodiar documentos para su posterior examen. Proviene de la voz griega "arjé" (= mando, poder, sobre todo el de los magistrados). Incluso se conservó un sentido tradicional de "archivo" referido a la persona o institución que resume un conjunto de perfecciones. Por ejemplo, "archivo de la cortesía". Es inútil, "archivar" equivale hoy comúnmente a una acción próxima a tirar algo a la papelera o a la basura. Decididamente las cosas pueden ser de otra manera.

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