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Agapito Maestre

Sin patria y sin nación

Zapatero y Sánchez Ferlosio, sí, están unidos por su "odio" común a la patria. Curioso. ¿O acaso no dijo Zapatero, el político que le ha concedido el premio a Sánchez Ferlosio, que la nación española era un concepto discutido y discutible?

Sánchez Ferlosio ha recibido el Premio Nacional de las Letras. Me alegro. Es un gran escritor. Comparto algunos de sus análisis sobre España, pero discuto, una y otra vez, que se haga pasar por pensamiento sensato, o sea, una meditación seria sobre la actual historia de España, lo que no son sino burdas afirmaciones al margen de la actual circunstancia del régimen político español. Por ejemplo, el otro día, decía un columnista de El Mundo que "creía", casi como si fuera un dogma de fe, en la frase del premiado: "La patria es un concepto venenoso".

La frasecita, como si fuera una letanía religiosa, era repetida por el citado periodista. ¡A eso le llamo yo fervor patriótico! Vale, pero menos, muchísimo menos de lo que cree el nuevo feligrés de Sánchez Ferlosio. Yo, por el contrario, tiendo a reírme de ese tipo de afirmaciones, sobre todo, si tenemos en cuenta que, en España, no sólo ha desaparecido del imaginario sentimental de los españoles la "idea" de patria, sino que incluso ha sido asesinado el concepto de nación democrática. El Estado nacional es, hoy por hoy, un cadáver. De ahí que sea imposible reanimar la democracia. Sin Estado nacional, sin saber qué debe hacerse desde el Estado en una nación, la democracia no es plausible.

Todo está arruinado en manos de unos descerebrados políticos que sólo piensan en su poder territorial. Sobre esta ruina se levanta el débil tejido político de la España "confederal" o como se llame. Las 17 taifas son la filfa de la democracia. La región de Cataluña está a la "vanguardia" de todas nuestras miserias. De ahí que, en esta circunstancia trágica y miserable para la democracia española, me cueste comprender a estos columnistas que alaban, como si fuera palabra divina, la vacuidad: "La patria es un concepto venenoso". ¿A qué patria se refieren? Sin duda alguna, a la española no creo que le afecte el insulto, pues que, lejos de ser mala y perversa, sólo sirve para que todos los "hijos de puta" de España escupan sus venenos.

¡Ay, amigos, cuánta distancia hay entre la ex España de Sánchez Ferlosio y sus seguidores por un lado, y la España de Galdós y de otros tantos millones de demócratas por otro! Mientras que la primera está dominada por el resentimiento de un pobre "cosmopolita" incapaz de hacerse cargo, o sea, merecedor, de su pasado, los segundos luchan por comprender y actualizar al gran Galdós cuando escribió: "Cercano al sepulcro, y considerándome el más inútil de los hombres, ¡aún haces brotar lágrimas de mis ojos, amor santo de la patria!".

La patria de los tontos, sin embargo, jamás entenderá a Galdós. Es una "patria" de antipatriotas. Sólo cultivan la patria chica. Es un gentío, o sea, lo contrario de la nación y la patria, sin otra "moral" que no sea la derivada de ganar votaciones. Una regla aritmética sencilla, la suma, ha terminado fácilmente con eso que llama "el pensador" Sánchez Ferlosio "patria". Zapatero y Sánchez Ferlosio, sí, están unidos por su "odio" común a la patria. Curioso. ¿O acaso no dijo Zapatero, el político que le ha concedido el premio a Sánchez Ferlosio, el hijo del escritor falangista Sánchez Maza, que la nación española era un concepto discutido y discutible?

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