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Amando de Miguel

El discutido origen de las palabras

Una historia más verosímil es que OK es el acrónimo popular para Aux Cayes, un famoso ron de Haití. Era la forma que tenían los marineros para indicar algo de calidad superior.

La Etimología es ciencia poco exacta; más o menos como la Meteorología o la Sociología. Pero los tres son saberes sobre los que todo el mundo opina.

José María Navia-Osorio me cuenta algunas historias curiosas sobre el origen de ciertas palabras. Por ejemplo, el inglés fuck (=joder, follar, fastidiar) procede de una vieja ley inglesa por la que el Rey daba permiso para tener relaciones sexuales. Así pues, “fuck” sería el acrónimo de “fornication under consent of the King”. La historia es muy bonita, pero me huele a falsa. Es más sencilla la explicación de que “fuck” y “fornicar” o “follar” proceden del latín “fornicare” para la misma acción. En la vieja Roma el “fornix” era el prostíbulo. Mi impresión es que ese sonido <efe> es onomatopéyico, por lo mismo que existe en “fuelle”. Simplemente, en el acto carnal por antonomasia los amantes resoplan para proveerse de más oxígeno.

Don José María narra otra bonita historia que no sé si será verdadera. Los aborígenes australianos, ante la pregunta de los europeos de cómo se llamaba un extraño animal, contestaron: “kan gha ru” (=no lo entiendo). Así quedó llamado el “canguro”. Me temo que la historia no es verosímil. Es claro que se trata de una palabra australiana, pero a saber por qué lo decían así los aborígenes. Por cierto, comparto la admiración de don José María por esa voz, “aborígenes”, que sólo la empleamos para los indígenas australianos.

Sostiene don José María una teoría, que él dice “personal”, sobre el origen del famoso OK, seguramente las iniciales más conocidas en el mundo (como lo fueron en su día INRI o SPQR). El de Oviedo sostiene que son las iniciales de “all correct” (mal pronunciado). Siento decir que esa teoría no es nada personal y además es falsa. Circula en los Estados Unidos. Se atribuye al presidente Andrew Jackson cuando era un simple ordenanza de los juzgados de Tennessee. Como el hombre no sabía escribir correctamente, ponía en los papeles que archivaba OK (= Orl Kerrect, all correct). Lo malo es que el presidente Jackson nunca fue un ordenanza analfabeto. Por tanto, la historia es rematadamente falsa, aunque circula como leyenda. Hay otras interpretaciones del OK. Las he relatado en mi libroLa magia de las palabrasy aquí mismo enLibertad Digital. Una última historia más verosímil es que OK es el acrónimo popular para Aux Cayes, un famoso ron de Haití. Era la forma que tenían los marineros para indicar algo de calidad superior.

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