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Fernando Martín

All Star NBA versus Copa del Rey ACB

Con el paso de los años las aficiones se han convertido en auténticos protagonistas de la Copa del Rey, no sólo en los pabellones sino dando colorido a las calles y plazas de la ciudad sede.

Tanto la NBA como la ACB a mediados de temporada paran la liga durante un fin de semana para celebrar un gran evento, que se convierte en cita obligada para los medios y los aficionados. Estos dos eventos, salvando las distancias de dimensión, tienen algún punto en común pero muchas más diferencias, y son un fiel reflejo de la distinta visión sobre el baloncesto que hay entre una NBA mucho más enfocada al show business y una ACB que prima mucho más la competición deportiva.

El All Star es una gran fiesta protagonizada por los mejores jugadores en la que es mucho más importante el simple hecho de estar ahí que lo que ocurre en la pista, tanto en los partidos como en los concursos de mates, triples y habilidades. Para los jugadores es un gran reconocimiento ser seleccionado para el partido entre las estrellas de la conferencia Este y la Oeste, y el hecho de participar en este evento le da a un jugador la categoría de All Star y el status de ser uno de los actores principales de la liga. Desde hace unos años se celebra también un partido entre Rookies y Sophomores, que enfrenta a una selección de los mejores jugadores novatos contra los de segundo año. El partido sirve sobre todo para presentar en sociedad a los jugadores que están llamados a tomar el relevo de los protagonistas del star system, y este año vuelve a contar con la participación de Marc Gasol, que en su segunda temporada en la liga ha hecho méritos de sobra para acudir a esta cita y si sigue su actual progresión es muy posible que la próxima temporada coincida con su hermano Pau en el partido de los "grandes".

Últimamente ha habido críticas tanto de algunos jugadores de la liga como de distintos medios acerca del sistema de elección de los participantes, pero la NBA ha dejado claro que está encantada con que sea la votación popular por internet la que determine el cinco inicial del partido de las estrellas y que sean los entrenadores los que seleccionen al resto de jugadores y compensen los posibles efectos indeseados de un sistema en el que hay un gran sesgo patriótico. También hay debate acerca del contenido del evento y se están contemplando alternativas que revitalicen el interés del principal partido, como un posible enfrentamiento entre los All Star nacidos en los Estados Unidos contra los mejores jugadores de la liga originarios del resto del mundo.

Otro de los contenidos que requiere un cierto cambio es el concurso de mates. Algunos de los mejores matadores renuncian a participar, ya sea por su status de superestrellas o para evitar riesgos de lesiones, y hay la sensación generalizada de que ya se ha visto casi todo lo físicamente posible, por lo que se busca el espectáculo no en la demostración de habilidad y potencia de salto, sino en el "envoltorio" de la actuación. Rudy Fernández sufrió la temporada pasada las consecuencias de ese sistema y vio como un gran mate suyo era puntuado muy bajo por el jurado del concurso para que no quedase eliminado Nate Robinson, que estaba "predestinado" a ser campeón del concurso vistiendo un disfraz de "Kryptonate" y saltando por encima de "Superman" Howard.

En España se copió el concepto All Star y durante bastantes años se fue disputando a mitad de temporada. Los concursos siempre han tenido éxito pero el partido no acababa de funcionar y se cambió varias veces el formato pero sin demasiado éxito. Al final había dos problemas, los equipos no querían que sus mejores jugadores se arriesgaran a sufrir una lesión en un partido de exhibición y el aficionado español prefería un partido de verdad, en el que se compitiera por algo, antes que una mera pachanga televisada. La ACB encontró la fórmula adecuada hace seis temporadas al combinar en un único evento los concursos de triples y mates con una nueva competición, la Supercopa, en la que el campeón de liga, el de Copa y dos equipos más compiten por el primer trofeo de la temporada.

La fiesta del baloncesto en España es sin duda la Copa del Rey, que es una garantía de éxito gracias a un formato consolidado. De hecho, el sistema de torneo de concentración de ocho equipos en una ciudad durante cuatro días ha sido copiado por otros deportes con buenos resultados. El evento estrella de la ACB concentra lo mejor del deporte en un torneo intensísimo en el que se combina de forma perfecta la tensión de la alta competición con el espíritu de camaradería de unos aficionados que se vuelcan con sus equipos pero que disfrutan compartiendo con sus rivales una afición sana por un mismo deporte. Con el paso de los años las aficiones se han convertido en auténticos protagonistas, no sólo en los pabellones sino dando colorido a las calles y plazas de la ciudad sede, y la mayoría de la gente que ha podido ir alguna vez a la Copa y ha podido disfrutar en directo tanto el espectáculo deportivo como el gran ambiente entre las aficiones hace lo posible por repetir al año siguiente.

Tanto el All Star como la Copa tienen garantizado el éxito de público. Este fin de semana más de 90.000 espectadores disfrutarán de un espectáculo genuinamente americano en el estadio de los Dallas Cowboys, lo que supone un record absoluto de asistencia a un partido de baloncesto. En el BEC no cabe tanto público, pero los más de 14.000 espectadores que acudiremos el próximo jueves a Bilbao seguro que disfrutaremos tanto o más de la otra forma de entender el baloncesto

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