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José García Domínguez

El único y verdadero culpable

Ha tenido que ser la prensa libre, en concreto el valeroso Avui, la encargada de denunciar al general Francisco Franco por su muy incompetente gestión en la nevada... de 1962. ¡Al fin, toda la verdad al descubierto!

Si a estas horas todavía no ha fallecido por congelación, Tom Sharpe, el autor de Wilt, aún debe darle vueltas a esa frase que, aislado en su casa de Llafranc, sin calefacción ni luz, dictó a un redactor de La Vanguardia: "Me resulta incomprensible que un país próspero como Cataluña acepte esta situación". Eran palabras de un hombre que tiene –o tenía– 81 años y asegura –o aseguraba– no recordar nada semejante "ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra". Aunque, sin duda, el ingenuo de Sharpe ignoraba que lo en verdad inaceptable para la Cataluña con mando en plaza no son los apagones, sino la luz artificial, esa monstruosa invención del Diablo.

De ahí que los ecotrogloditas de Iniciativa per Catalunya lleven más de un lustro torpedeando la conexión eléctrica con Francia, razón última de que la nación sostenible de la Señorita Pepis se quede a dos velas a la mínima. Una anécdota que, sin embargo, no debiera desviar la atención del único culpable político del desastre. O sea, Madrit. Así, en 2007, cuando el siniestro total de la Ciudad de los Prodigios, Enric Juliana, nuestra Casandra doméstica, ya denunció al mundo la conjura. "El gran apagón de Barcelona no está pasando inadvertido en Madrid. Una inquietante señal de fondo comienza a ser percibida con fuerza por el Gobierno, y también por la oposición: la sociedad catalana está agotando su paciencia", reveló entonces con digna, serena, admirable firmeza.

Al tiempo, un Vicent Sanchis abundaría tal que así en el pérfido trasfondo del contubernio mesetario: "Hasta ahora temblábamos con Adif, Renfe y Aena... Ahora habrá que añadir también Red Eléctrica Española. Todo junto parece un complot para convertir a este país en un lugar inseguro para vecinos, visitantes e inversores". Más clarito, agua. Madrit, nadie lo dude, es culpable. Sin embargo, diríase que Saura, el probo consejero de Interior, no osa ahora llegar al fondo del asunto. Con medrosa prudencia, el Joan se está limitando a atribuir la responsabilidad del caos "al déficit de protección civil que existe en España desde la dictadura". Pero sin poner encima de la mesa el nombre que todos esperábamos. Ha tenido que ser, pues, la prensa libre, en concreto el valeroso Avui, la encargada de denunciar al general Francisco Franco por su muy incompetente gestión en la nevada... de 1962. ¡Al fin, toda la verdad al descubierto!

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