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Amando de Miguel

Epístola a Navia-Osorio

Cierto que los franquistas asesinaron a mucha gente, pero también asesinaron los republicanos. Fusilaron, incluso, a Melquíades Álvarez, un prominente republicado pero moderado. Eso es precisamente una guerra civil.

Hay libertarios fieles que me escriben con frecuencia. Son tantas sus indicaciones que no tengo espacio en este hueco digital para contestar a sus preguntas o discutir sus argumentos. Uno de esos libertarios, José María Navia-Osorio, famosos médico de Oviedo, llenaría él solo un libro con sus apreciaciones. De su magisterio he aprendido mucho y a veces he modificado mis opiniones. Aporto hoy algunas muestras de su facundia.

Don José María sigue expresando con originalidad y honradez sus apreciaciones sobre la corrupción. Coincido ampliamente con el de Oviedo. Me remito a un reciente artículo mío en La Gaceta. Opina don José María que resulta inexplicable que Rajoy no supiera que Matas se estuviera enriqueciendo de forma desproporcionada. Según eso, Rajoy o es cómplice de Matas o es muy corto. Lo mismo se puede decir del caso Bárcenas. Lo que reprocha don José María a Rajoy es que no haya sabido ganar unas elecciones y que no sepa pedir perdón por haber sido engañado. Mi comentario es que los honrados "peperos", como don José María, pueden criticar, cuando compete, las corruptelas y errores del PP. En cambio, los socialistas no saben hacer eso mismo con los de su partido. A lo mejor, por eso el PSOE gana las elecciones.

Don José María insiste en que se debe permitir que HB, o como se llame, se pueda presentar a las elecciones. Es lo que se hace con Esquerra en Cataluña, sólo que los de Esquerra mienten y los del HB son más sinceros. Pero, si no son legalizados, se volverán más violentos. Por la misma razón se podría permitir que los partidarios de la pederastia pudieran presentarse a las elecciones. La razón es que se permite que lo hagan los partidarios del aborto. Añade don José María que en ningún caso se debe dar subvenciones a los partidos. Estoy de acuerdo. Sólo añado que, al tiempo de reconocer la libertad de todos, se debe perseguir con eficiencia a los que hagan daño.

Don José María sigue comentando con buen sentido la actual polémica sobre la legitimidad de unos y de otros. Por lo visto, en Oviedo pretendían quitarle una calle a José Calvo Sotelo por ser franquista. Todo el mundo sabe que Calvo Sotelo fue asesinado (por fuerzas de seguridad del Estado) días antes de que se alzara Franco. Cierto que los franquistas asesinaron a mucha gente, pero también asesinaron los republicanos. Fusilaron, incluso, a Melquíades Álvarez, un prominente republicado pero moderado. Eso es precisamente una guerra civil. Lo grave para don José María es que algunos consideran que la única legalidad histórica contemporánea es la de la República. Lo malo es que esos "algunos" gobiernan. Continúa la polémica.

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