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Víctor Orta

Holanda, con las ideas muy claras

Hay un jugador que puede llevarles a esta evolución, Keisuke Honda, que tiene todo para convertirse en el mejor jugador asiático de todos los tiempos.

El debut de ambos equipos, aunque no con brillantez de juego, ha sido satisfactorio a nivel de resultados, de modo que ambos afrontan este encuentro para asegurar una clasificación con la carta del fútbol ofensivo desde ambos banquillos y entrenadores.

Una de las virtudes que estoy viendo en los "Oranje" es que Van Marwijk tiene muy claro su once ideal y esto de repetir un equipo de carrerilla es muy bueno en un torneo corto como un Mundial.

Me apetece analizar el fondo de los "tulipanes". Bajo los palos se sitúa el sobrio Stekelenburg, sin estridencias pero con seguridad. El prometedor Van der Wiel en la derecha, profundidad ofensiva y casi imposible de parar defensivamente; los compatibles Mathijsen e Heitinga, que siempre rinden mejor en la selección que en sus respectivos clubes; y el veterano pero inteligente Van Bronckhorst. Todos juntos forman, creo, una línea defensiva muy interesante para lo que nos tiene acostumbrados este país en las grandes citas. Quizás lo peor es que no haya lesiones ni tarjetas, ya que creo que Ooijer, Boulahrouz y Braafheid sí que debilitarían bastante con su entrada la línea de cuatro.

Del resto, todo es equilibrio en el pivote con el trabajador de Jong y el movimiento táctico de Van Bommel. Y, aunque no juegan con un delantero de referencia, tienen los medios y segundas puntas más goleadores de todos los equipos del Mundial. Sneijder, Van der Vaart, Kuyt y Van Persie tienen capacidad para hacer tres goles cada uno, lo que serían casi cifras de campeón del Mundo.

Japón mejora, pero le falta dar el salto. Quitarse ese corsé de trabajo y orden absoluto, e intentar innovar en el talento, en la picardía, en el "otro fútbol". Además, hay un jugador que puede llevarles a esta evolución, Keisuke Honda, que tiene todo para convertirse en el mejor jugador asiático de todos los tiempos. Por cierto, curiosamente el esquema es similar al de Holanda, lleno de mediapuntas y sin un delantero fijo por la ausencia de confianza en Okozaki, Tamada y la poca valentía de no dar oportunidades al joven pero atrevido Morimoto.

Los jugadores clave serán:

  • Nigel de Jong: En un equipo tan vertical, vertiginoso y ofensivo necesitas un guardaespaldas y Nigel de Jong es el mejor de todos los mediapuntas que juegan en Holanda. Roba, pelea, hace coberturas a los laterales, faltas técnicas y, cuando la tiene, su salida de balón es casi siempre correcta. Si controla su ímpetu y no recibe demasiadas tarjetas, puede ser un hombre del Mundial.
  • Keisuke Honda: Talento puro. Muy dotado en golpeo, controles orientados, cambios de juego, primer toque y balón parado impresionante, tanto directo como córners y faltas laterales. Además es veloz, con lo que conduce siempre pegada a la bota y desequilibra con sentido un poco acostado a la derecha para buscar la salida por dentro. Y, pese a ser asiático, tiene picardía de provocar faltas, de buscar la espalda, de tocar a banda y entrar al remate de cabeza tanto en ataque como en situaciones defensivas, donde también se muestra solidario.

Los jugadores a descubrir:

  • Van der Wiel: Empezó su carrera de central pero está triunfando de lateral derecho. Rápido en sus movimientos y con un buen manejo del balón. Se proyecta bien en ataque, acompañando la jugada y mostrando una buena visión de pases y ciertos recursos en el uno contra uno, desbordando más en diagonal que en verticalidad y sacando algún buen centro tanto con pierna derecha como izquierda. Si equilibra más defensivamente –algo que le dará la experiencia– jugará en un grande.
  • Takayuki Morimoto: Es suplente y es posible que juegue poco pero es un futbolista diferente. Jugador muy rápido y con bastante movilidad. Buen sentido del desmarque y bien de espaldas al contrario (toca de cara y busca el desmarque con sentido). Buena técnica individual, suele provocar bastantes penaltis. En Italia ha jugado en ocasiones mucho tiempo solo arriba. Aún así, no para de incordiar, presionar y buscar los desmarques de ruptura y diagonales, sobre todo en los contraataques.

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