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Amando de Miguel

Discrepancias políticas

Sostengo, además, que esos dos ministerios, Cultura y Educación, están de sobra. Sus competencias están transferidas a las autonomías. Otra cosa es que se necesite un gran acuerdo nacional en lo educativo y en lo cultural.

Agustín Fuentes se lamenta de ese espécimen (normalmente de izquierdas) que nace, crece y vive a la sombra de un partido político, sin haber tenido que trabajar en la vida real. Ahí están "las pajinas, las aídos y las vices".

Hug Banyeres me dice que "es más fácil militarizar a los civiles que civilizar a los militares". No me convence mucho la paradoja. Nunca han sido más civilizados los militares en España o en el mundo como en la época actual. Normalmente son sumisos al poder político. Por otro lado, ya no hay conscripción en muchos países; desde luego, en España. No me parece un avance eso de que la defensa de un país deje de ser una obligación de todos los contribuyentes (ahora de ambos sexos, claro está). En España el símbolo de la bandera nacional ha quedado solo para los centros oficiales, los cuarteles y el fútbol. Me parece mucha reducción.

Benjamín Frugoni (Málaga) comenta y considera "interesante" la calificación que hago de la generación actual como holgazana. No hay más que ver el alto grado de absentismo laboral y estudiantil, la emancipación tardía de los jóvenes, el jolgorio como centro de la vida, el exceso de parados y prejubilados. Estamos en una civilización de la holganza, aunque a veces sea forzada. Así pereció el Imperio Romano, aunque entonces las decadencias eran más lentas. La clave de la crisis actual en España no está tanto en la escandalosa tasa de paro como en la improductividad de los ocupados y de los estudiantes.

José María Navia-Osorio dice que lo de los ciclos económicos ya viene en la Biblia. En efecto, eso es la historia de los siete años de vacas gordas y otros tantos de vacas flacas. Aunque quizá ese número de "siete" no haya que tomarlo literalmente. Puede que coincida con los ciclos de negocios (de cinco a 10 años). El ciclo de la crisis actual es el de las fases de unos 20 ó 25 años, la duración generacional entre la edad de la madre y la hija. Hay también ciclos largos, con fases de 80 a 100 años. La maldición es que actualmente confluye el nadir de una fase depresiva de ciclo generacional con el de la fase de larga duración. El contraste es con los años 60 del siglo pasado, el fastigio de una fase de bonanza, la más notoria de la Historia. Me remito otra vez a mi libro España cíclica, desgraciadamente descatalogado.

Al bueno de don José María no se le ocurre otra cosa que imaginar que yo podría ser un buen ministro de Cultura o de Educación. Quite, quite, don José María; no me imagino yo de ministro con el peor Gobierno que ha tenido España desde Fernando VII. Sostengo, además, que esos dos ministerios, Cultura y Educación, están de sobra. Sus competencias están transferidas a las autonomías. Otra cosa es que se necesite un gran acuerdo nacional en lo educativo y en lo cultural. Es curioso que las Escuelas de Negocios (que no dependen tanto de las autoridades educativas) sean las instituciones de enseñanza que mejor funcionan en España. La educación es el talón de Aquiles de nuestra economía.

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