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EEUU en el Sahel

Lo realmente destacable es que esta operación fue muestra de una creciente coordinación entre países, es decir, de la aplicación de una regla básica para empezar a afrontar con éxito una lucha contra un terrorismo que es global.

La operación combinada franco-mauritana realizada el 22 de julio contra terroristas de Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI) en la localidad septentrional maliense de Tessalit se habría realizado gracias al apoyo estadounidense. Seguro en el terreno de la inteligencia y quizás también en el terreno logístico. Ello nos permite de nuevo destacar el papel de esta potencia –no regional– sobre el terreno, que puede ser beneficiosa para todos nosotros y contribuir además a dinamizar nuestra coordinación antiterrorista.

Fuerzas especiales francesas y mauritanas habrían eliminado en el transcurso de la susodicha operación a seis terroristas de AQMI, hecho este que ya tiene de por sí un gran valor en la dimensión preventiva de la lucha antiterrorista. Si en el transcurso de la misma se buscaba liberar al rehén francés Michel Germaneau, secuestrado en el norte de Níger el pasado 19 de abril y trasladado al norte de Malí, o si se trataba de una operación preventiva en la que se eliminó a un comando terrorista antes de que pudiera realizar un ataque poco importa ahora. Lo realmente destacable es que esta operación fue muestra de una creciente coordinación entre países, es decir, de la aplicación de una regla básica para empezar a afrontar con éxito una lucha contra un terrorismo que es global.

El papel estadounidense en la región no es nuevo pues la Operación Pan Sah el primero, la Iniciativa Contraterrorista Trans-Sahariana después y la creación del Mando Africano de los EEUU (USAFRICOM), activado desde octubre de 2008, han aportado el marco visible a unas aproximaciones que hasta entonces habían sido, primero, limitadas en cuanto a países; y segundo, sin permanencia en el tiempo. Esa dinamización aportada por Washington se solapa desde tiempos recientes con otra que ya es subregional africana y a la que la implicación estadounidense ha animado a buen seguro a cristalizar. Desde el 21 de abril existe un Comité de Estado Mayor Operativo que vincula a Argelia, Malí, Mauritania y Níger y que tiene su sede en Tamanrasset, en el sur profundo argelino. Argelia busca serel dinamizador regional de las aproximaciones antiterroristas en la región del Sahel. Además, refuerza sus relaciones con los EEUU, hasta el punto de ser ya el segundo socio comercial de este en el mundo árabe. Desde Argel se alimenta un círculo aún más amplio y también subregional africano de coordinación antiterrorista, el denominado "Grupo de los Siete" que agrupa a los cuatro Estados citados más Burkina Faso, Chad y Libia. Por otro lado Washington no olvida a su aliado tradicional en la región, Marruecos –excluido de los marcos subregionales citados por la situación de sus relaciones con Argelia–, pero que en cualquier caso puede sertambién un país importante a la hora de diseñar estrategias antiterroristas. Marruecos es además desde 2004 aliado privilegiado de los EEUU fuera de la OTAN, con todo lo que ello implica.

Fuerzas especiales estadounidenses llevan años entrenando a efectivos de los países citados –y de otros como Burkina Faso, Nigeria o Senegal– en lucha antiterrorista y aún está próximo en el tiempo el ejercicio "Flintlock 2010", celebrado el pasado mayo y en el que se reprodujeron acciones muy parecidas a la ejecutada ahora en Tessalit. Además, existen contingentes de fuerzas especiales estadounidenses estacionados en Kidal, cerca de Tessalit. Por si fuera poco, los Estados Unidos facilitan inteligencia y ocasionalmente transporte estratégico a fuerzas de países amigos sobre el terreno. Al mismo tiempo, esta práctica no es nueva pues como se recordará la operación antiterrorista que en 2003 permitió neutralizar a una columna del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) argelino, que se desplazaba desde el norte de Malí y que atravesando el norte de Níger fue atacado en la región chadiana del Tibesti. Aquella operación  se llevó a cabo gracias a la coordinación, entonces "ad hoc", de un buen número de países africanos y no africanos, destacándose de entre estos últimos la valiosísima, de hecho imprescindible, información aportada por aviones de la famosa VI Flota americana.

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