Una vez más Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha sido excluido de las encuestas de intención de voto en Cataluña. Esta vez ha sido Metroscopia de El País. Entre ésta y la del Instituto Noxa para La Vanguardia han pasado 6 meses sin que las denuncias políticas del Consejo Territorial de UPyD de Cataluña hayan logrado hacer reconsiderar a los responsables de los medios la inclusión. Desde entonces hasta hoy han salido varias encuestas en las cabeceras más emblemáticas de Cataluña. Ninguna coincide entre sí en casi nada. Con esa sola excepción: todas están de acuerdo en dejar fuera de las encuestas a UPyD, el partido liderado por Rosa Díez, la política mejor valorada en la mayoría de las encuestas a nivel nacional.
No parece razonable, porque, aparte de que UPyD confirmó su participación en las elecciones autonómicas hace mucho tiempo, en las encuestas sí aparecen otros partidos menores.
Y entonces, ¿por qué todos los medios han coincidido en no incluirlo? ¿Podría deberse al hecho de no tener representación parlamentaria en Cataluña? Podría. Podría, si Reagrupament independentista de Joan Carretero, Solidaritat catalana de Joan Laporta o Alternativa de Govern de Montserrat Nebrera tampoco apareciesen. Pero estos partidos sí aparecen, además de incluir a sus líderes en el baremo de valoración que la ciudadanía tiene de ellos y, sin embargo, ninguno ostenta representación parlamentaria. Amén de haberse constituido hace dos días comparado con UPyD. Al menos éste tiene diputados en tres parlamentos, aunque ninguno de ellos sea el de Cataluña.
¿Quién teme a UPyD? ¿Quizás el PSC-PSOE a quien Rosa Díez considera el auténtico culpable de la quiebra de la igualdad en derechos y obligaciones de todos los españoles por haber renunciado a ser y actuar como partido nacional frente a los excesos del nacionalismo? ¿Quizás el PP por idénticos errores?
Desde luego el PSC nunca antes estuvo tan expuesto a causa de la deriva soberanista de sus socios de Gobierno, de su desastrosa gestión de la crisis, de su despilfarro en cuestiones identitarias mientras posterga y disminuye prestaciones sociales, apoya recortes a pensiones y funcionarios o logra el record de 3.600 empresas en quiebra sólo este año (cinco veces más que el año anterior).
¿Tanto preocupa UPyD que no sólo lo ignoran en las encuetas, sino que lo embadurnan con bulos por cuanto foro, Facebook, blog o diarios digitales de toda suerte y condición pululan por internet? Los guionistas de ciencia ficción acabarán en el paro con tanto verdulero: ayer arrojan un saco de basura en el Triangle, hoy difunden odios familiares entre la Dirección Nacional y el Consejo Territorial de Turno para poner o quitar amigos u opositores, mañana se infiltran entre la militancia para esparcir veneno contra el cabeza de turco de turno... No paran, pero la realidad se abre camino y los fuleros quedan con las posaderas al aire.
Las nuevas herramientas de internet y las buenas expectativas de UPyD atraen recelos, rencores y temor, mucho temor. Mientras, este sábado por primera vez los catalanes tendremos el honor de inaugurar el proceso de primarias más abierto y limpio de la historia de la democracia. Espero que los medios de comunicación ya no tengan a partir entonces disculpa alguna para no incluir a UPyD en las encuestas de opinión: desde el sábado tendrán candidato de UPyD a la presidencia de la Generalitat. Como todos los demás.
No hay mal que cien años dure.