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Pablo Molina

Un PSOE consecuente, un PP cobarde

En las comunidades autónomas donde gobiernan los populares, los padres con hijos en edad de ser adoctrinados para el zapaterismo estamos tan solos como lo puedan estar en las regiones socialistas.

Los manuales de esa supuesta materia de estudio llamada sarcásticamente "Educación para la Ciudadanía" responden plenamente al objetivo para el que fue diseñada. No cabe por tanto acusar a las editoriales de haberse excedido en sus contenidos, pues con su defensa de la última brizna de basura marxista demuestran que han captado perfectamente los objetivos pedagógicos de la asignatura.

El que los izquierdistas pretendan adoctrinar a los hijos de los demás en su detritus ideológico y además con carácter obligatorio entra dentro de lo esperable en esa ideología. La supervivencia del modelo social que mantiene a estos resentidos sociales necesita a las nuevas generaciones convencidas de que trabajar para los demás no es esclavitud sino solidaridad, que los ideólogos del progresismo y sus grupos de presión no viven aprovechándose del esfuerzo ajeno sino creando cultura y bienestar social, que el aborto es un derecho "humano" o, en el colmo del delirio, que los sindicatos hacen mucho bien a los trabajadores.

Lo que ya no es tan comprensible es que el partido que le disputa a la izquierda el poder no haya planteado hasta sus últimas consecuencias la batalla contra este envenenamiento masivo, al menos allí donde ejerce labores de gobierno. Lo digo porque en las comunidades autónomas donde gobiernan los populares, los padres con hijos en edad de ser adoctrinados para el zapaterismo estamos tan solos como lo puedan estar en las regiones socialistas.

Lo único que ha hecho el PP es publicar en el boletín oficial de la región de que se trate un documento en el que se eliminan de la asignatura los contenidos más polémicos. Ahora bien, ¿de verdad alguien medianamente inteligente piensa que con ese simple gesto nuestros hijos van a estar a salvo de que sus profesores les impartan la materia con todas sus consecuencias? ¿Acaso van a estar los consejeros de Educación populares sentados junto al profesor de EpC para evitar que utilice el manual elegido por el centro educativo en toda su extensión? Por supuesto que no. Se trata únicamente de hacer cómo que se está en contra pero sin implicarse de verdad, no sea que la izquierda vernácula llame facha al político responsable del PP o le organice una manifestación a las puertas de la consejería y acabe saliendo en la primera página del chafardero local.

Con que acudieran a la concentración diez perroflautas, el cese del alto cargo popular estaría garantizado. Igual que el PSOE, vaya.

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