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Adolfo D. Lozano

Acné, enfermedad de la civilización

¿Qué podemos hacer para reducir y combatir el acné con la dieta? Minimizar en lo posible alimentos que disparan la insulina y la IGF-1 como cereales, leche, azúcar y en general carbohidratos refinados.

Puedo apostar contigo que si vas al dermatólogo con un problema de acné, aparte de determinados productos cosméticos, tu médico hará algunas indicaciones sobre la dieta. Y que dichas recomendaciones se centrarán esencialmente en evitar las grasas. En resumidas cuentas, es la misma historia –perdón, dogma– de siempre, con la tan machacada y repetida dieta baja en grasas, ya se trate de un enfermo cardiovascular, un deportista o un paciente con acné. Pero, de nuevo en este caso, los médicos que así opinan se siguen equivocando de medio a medio, también en el hecho de que además creen poco relevante una supuesta conexión acné-dieta.

El origen del desprecio de muchos dermatólogos hacia la influencia de la dieta en el problema del acné data especialmente de 1969, cuando el Dr. James Fulton publicó un difundido estudio en el Journal of American Medical Association. Aquel estudio concluía que la dieta no afectaba al acné. A pesar de las críticas sobre este lamentable estudio, la comunidad médica pareció obviar las mismas. Y es que el grupo de estudio consumió barritas de chocolate mientras el grupo placebo barritas sin chocolate, teniendo todas las barritas el mismo contenido de azúcares y grasas hidrogenadas. Es para echarse a temblar ver cómo un estudio tan mal diseñado puede influir tanto en la opinión pública y médica.

Uno de los científicos que mejor ha estudiado la relación dieta-acné es el Dr. Loren Cordain, de la Universidad de Colorado. Su conclusión es que el acné es un problema primariamente de la moderna civilización. Uno de sus casos presentados es el de la comunidad de la isla Kitava en Papúa Nueva Guinea, que no sólo no conoce la enfermedad cardiovascular. Tampoco el acné. En principio podría extrañar a la luz de mis recomendaciones que los kitavan consuman un 69% de sus calorías en forma de carbohidratos. No obstante, hay que considerar lo siguiente de la dieta de los kitavan:

  • Obtienen sus carbohidratos a partir de vegetales, frutas y algunos tubérculos como boniatos. En general, es una dieta poco glucémica. No consumen no sólo azúcar ni carbohidratos refinados, sino tampoco cereales apenas.
  • La cantidad de grasas proinflamatorias Omega 6 es ínfima, casi inexistente. Por otro lado, tienen un elevado consumo de Omega 3 ya que el pescado es parte central de su dieta.
  • La importancia del coco en su dieta les convierte en mayores consumidores de grasas saturadas que el occidental medio. No consumen una dieta baja ni libre de grasas.

Los resultados de las investigaciones de Cordain con los habitantes de la isla Kitava fueron publicados en 2002 Archives of Dermatology. Junto con los kitavan, en dicho estudio también se incluye el análisis de Cordain acerca de los aché de Paraguay. ¿Cuál es su dieta? Baste saber que los aché son cazadores-recolectores, como el hombre paleolítico. Entre los 115 aché y 1.200 habitantes de Kitava –teniendo 300 de estos últimos entre 15 y 25 años– tomados como muestra, Cordain no encontró ni un solo caso de acné. Ahora tengamos en cuenta que en los países industrializados entre un 79% y 95% de los adolescentes padecen en algún grado episodios de acné.

En 2003 se inició un estudio con 43 pacientes con acné por parte del Royal Melbourne Institute of Technology usando las intuiciones dietéticas de Cordain. Tras dos años, todos los pacientes mejoraron su cuadro de acné con una dieta rica en proteína y con carbohidratos poco glucémicos –frutas y verduras–, y algunos incluso lo revirtieron.

Se sabe, además, que quienes sufren de acné tienen elevadas concentraciones de IGF-1–un factor de crecimiento insulínico–. Haciendo una sencilla investigación podemos comprobar que las pacientes con síndrome de ovarios poliquísticos suelen padecer acné en tasas reseñables y tienen asimismo elevadas concentraciones de insulina e IGF-1. Dichos pacientes mejoran notablemente su cuadro de acné al consumir metformina. ¿Y qué hace la metformina? Es uno de los medicamentos antidiabéticos más populares, y combate la hiperinsulinemia. Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir y combatir el acné con la dieta? Minimizar en lo posible alimentos que disparan la insulina y la IGF-1 como cereales, leche, azúcar y en general carbohidratos refinados. Eliminar los aceites vegetales altos en Omega 6, y consumir antiinflamatorios ácidos grasos Omega 3. No hace falta hacer grandes deducciones para comprobar que son las mismas líneas que dibujan la dieta antiinflamatoria que propongo. El propio Cordain de hecho define el acné como una condición inflamatoria. Por tanto, una dieta antiinflamatoria no sólo mejora tu salud interna sino también la de tu piel. ¿Qué más se puede pedir?

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