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La receta socialista

La receta del PSOE por que sea ETA la que se disuelva en vez de ser derrotada por el Estado; por que sus miembros sean interlocutores políticos en vez de presos detenidos; por que la banda gane a cambio de decretar la paz algunas victorias políticas.

La gran cuestión, que a veces pasa desapercibida en lucha antiterrorista hoy, es la diferencia esencial entre buscar la derrota de ETA y buscar el fin del terrorismo. Derrotar a ETA es la única forma efectiva política y estratégicamente de acabar con el terrorismo o del fin del terrorismo, pero otros intentan recetas distintas. La derrota de ETA se caracteriza por tener como objetivos prioritarios destruir y desarticular a la banda en su totalidad, persiguiendo todas sus estructuras y persiguiéndolas allí donde se escondan; perseguir, detener y encarcelar a sus miembros, con penas duras que castiguen, hagan justicia y disuadan; y deslegitimar la ideología totalitaria nacionalista que los justifica, ideología antiliberal y antiespañola.

El desconcierto de unos y las denuncias de otros a propósito de ZP, Rubalcaba y su política respecto a ETA, provienen del hecho de que la estrategia del PSOE pasa por acabar con el terrorismo sin destruir a ETA: busca el fin del terrorismo, pero no la derrota de los terroristas. En vez de destruir y desarticular a la banda en su totalidad, se convence y se negocia con los asesinos su autodesarticulación; en vez de encarcelar a sus miembros y activistas, se buscan fórmulas para excarcelar a los encarcelados y proporcionar a los prófugos algún privilegio para que les merezca la pena dejar las armas; en vez de deslegitimar su ideología, se propone aplicarla en aquellos puntos que ETA comparte con los progresistas.

Respecto a lo primero, no es que parezca no tener sentido negociar con parte de la banda dejando al margen a quienes no quieren negociar y sí seguir matando. En el caso de convencer a éstos, ningún etarra en su sano juicio desarticulará la banda sin más. Primero por simple responsabilidad histórica; ¿qué activistase hará responsable de "apagar la luz y cerrar la puerta", tras 50 años de lucha armada? Y segundo, por simple prudencia y sentido común: es bueno guardarse un seguro para el caso en que el Gobierno no cumpla lo pactado, y ETA sabe que en 2006 no lo hizo. Así que sí, Rubalcaba busca que ETA comunique su fin sin poderse echar atrás, por lo mismo los etarras quieren mantener un camino de retirada en caso de engaño. Conociendo a los socialistas, tiene toda la lógica que las estructuras no se desarticulen.

Respecto a lo segundo, hoy por hoy no hay ningún etarra arrepentido, salvo particularísimas excepciones, secretas o discretas, de miembros que colaboran activamente con las FSE. Vender como arrepentidos a quienes simplemente están cansados de la cárcel y a quienes ven que matando no se consigue ganar y quieren cambiar de táctica, es una estafa escandalosa. Y no sólo eso: meter por la puerta de atrás, engañando y a escondidas, en la sociedad a personas que no matan simplemente porque no les merece la pena, es reintroducir el conflicto en la sociedad y dinamitarla a medio o largo plazo, justo cuando íbamos ganando. Entre otras cosas porque es evidente que sin castigo a los asesinos y sus cómplices no hay justicia, y sin justicia no hay ni sociedad ni orden político estable. Si el Gobierno pretende que los casos de Pilar Elías y Salvador Ulayar –que ven cómo los asesinos se pasean, presumen frente a sus víctimas y se ríen de ellas– se multipliquen en número y se justifiquen legalmente, estará poniendo una bomba de relojería.

Respecto a lo tercero, el inicio y el fin de los tratos de ZP con ETA es la connivencia ideológica y la política de apaciguamiento. Las actas de las conversaciones de Loyola mostraron un grado de compromiso del PSOE con ETA que sitúa a los socialistas fuera y enfrente del marco constitucional. Entonces pudo causar alguna sorpresa, pero hoy los socialistas ya están en Cataluña en abierta rebeldía contra la Constitución, y algo paralelo a eso es lo que ofrecen a ETA si ésta da un paso sin retorno. Primero, se busca meterla en las instituciones; segundo, se buscará con ella una "mayoría de progreso"; tercero, se perseguirá la modificación del marco estatutario y constitucional, en dos aspectos. Uno, respecto a la relación del País Vasco con el resto de España, a la catalana. Y otro, mediante la puesta en marcha de un proceso de atracción progresiva de Navarra. Loyola a largo plazo, en suma. Loyola porque los socialistas ven perfectamente asumible la aberración antiespañola allí cocinada con PNV y ETA.

La receta de los socialistas pasa por estos tres puntos: en que sea ETA la que se disuelva en vez de ser derrotada por el Estado; en que sus miembros sean interlocutores políticos en vez de presos detenidos; en que la banda gane a cambio de decretar la paz algunas victorias políticas. Estos tres aspectos son intemporales, y lo mismo valían para el PSOE antes que ahora. De las dos líneas fundamentales de la política antiterrorista de Felipe González, la guerra sucia y las conversaciones, al menos el PSOE ha dejado de lado la primera. Se ha quedado con la segunda, que es la receta antiterrorista de los socialistas para 2011.

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