Menú
Amando de Miguel

Errores mil

Lo que me parece indiscutible es que el inglés actual es un idioma mucho más rico que ningún otro, aunque nada más sea por su facilidad para importar palabras de otras lenguas. El inconveniente es su extrema variabilidad.

Miguel de los Santos Uhide se queja de que el periódicoEl Mundo transcriba una entrevista del periodista Iñaki Gabilondo en la que el de San Sebastián utilice la expresión "dar hostias". Don Miguel opina, con muy buen acuerdo, que habría sido más fino escribir "ostias". Así lo he hecho yo en alguna ocasión (el libro La perversión del lenguaje). Es claro que no es lo mismo dar bofetadas que repartir la comunión. Aunque quizá sea deliberado el error para hacer más provocativo el dicho coloquial.

José Antonio Martínez Pons insiste en la pobreza del idioma inglés. Apunta como prueba que a lo que nosotros llamamos "inodoro", los ingleses dicen "water". No estoy de acuerdo. Somos nosotros quienes decimos "wáter" o "váter". Lo de "inodoro" nadie lo utiliza ya. Realmente, resulta chusco llamar "inodoro" al espacio de la casa donde se concentran los olores mefíticos. Lo de "váter" es un ñoñismo para lo que los ingleses, pulcros ellos, llaman water closet (= armario del agua). Lo de "retrete" es un italianismo para designar el "excusado". Ahora se dice más bien "aseo", "baño" o "servicios", sinécdoques muy aparentes. La verdad es que, lo que tienen de común los retretes o baños es que en ellos fluye el agua. Lo que me parece indiscutible es que el inglés actual es un idioma mucho más rico que ningún otro, aunque nada más sea por su facilidad para importar palabras de otras lenguas. El inconveniente es que existe una extrema variabilidad del inglés en los distintos países donde es lengua común. Eso fue lo que le ocurrió al latín al final del imperio romano. Puede que el inglés actual se convierta a la larga en un haz de lenguas emparentadas.

Agustín Fuentes considera que lo de corpse no es tan frecuente en inglés como body. En todo caso, entiendo que será dead body. Lo de corpse creo que es un tecnicismo jurídico que se ha infiltrado en lenguaje de los medios. De ahí viene lo de "cuerpo" en el español actual, como si fuera un tecnicismo. A mí me parece una etiqueta poco clara, pues los cuerpos pueden estar vivos o muertos. Es como lo de hacer equivaler "víctimas" (= persona o animal que recibe un daño) en lugar de hablar de "fallecidos", que son víctimas fatales. En la cultura inglesa hay una resistencia a hablar de la muerte, tabú que no sentimos los que hablamos español. Aquí, en el día de los difuntos, saboreamos los riquísimos y tradicionales dulces llamados "huesos de santo" (= difunto). Al menos, en España son unos dulces estilizados, pero en México toman la forma literal de huesos humanos. Eso sí que es familiaridad con la muerte.

En Sociedad

    0
    comentarios