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Amando de Miguel

En el principio fue la palabra

De la Librería Cocheras del Rey me consultan cuál debe ser el plural de los colores beige y fucsia. Muy fácil. Se debe decir "beis" en singular y plural, por lo mismo que "fucsia" en singular y "fucsias" en plural.

Nada me fascina tanto como averiguar el origen de las palabras, las razones por las que decimos las cosas de una u otra forma. Declaraba yo mi ignorancia respecto a la razón para decir "per cápita" cuando realmente queremos decir "por cabeza". Juan José Carballal me da una pista. Entiende el hombre que la preposición "per" requiere un acusativo; eso es "cápita", acusativo plural. De todas formas, sigo teniendo la duda de por qué no se recurre al acusativo singular. Melitón Cardona me saca definitivamente de dudas. La expresión "per cápita" es una deformación de la auténtica latina de "pro cápite" (= por cabeza). Ignacio Frías me ilustra todavía mejor. Los italianos siguen diciendo "pro cápite" (del latín clásico), mientras que los demás decimos "per cápita" (del bajo latín o deformado por el tiempo). Queda todo aclarado. Me admira la cultura de los libertarios.

Sigue la polémica con lo del juez o la jueza. Son muchos los que me escriben reivindicando el modo tradicional de "la juez". Entiendo que no debe ser un criterio fijo. De otra forma, en la oración a la Virgen María habría que rectificar y decir que María es "abogado nuestra". Suena mal. Aunque la tendencia sea la de feminizar los títulos de las ocupaciones cuando se refieren a una mujer, es difícil que cuaje lo de "la sargenta" o "la perita". Pero mi abuela era "la maestra" del pueblo, no "la maestro", así como la Iglesia es "madre y maestra".

De la Librería Cocheras del Rey me consultan cuál debe ser el plural de los colores beige y fucsia. Muy fácil. Se debe decir "beis" en singular y plural, por lo mismo que "fucsia" en singular y "fucsias" en plural.

Son varios también los que me corrigen mi aparente precisión de que las muestras no son directamente proporcionales al universo. Debería haber dicho que son proporcionales, pero que la relación no es lineal sino curvilineal. Queda mejor así. A mí me parece una idea de sentido común. Si compro un saco de garbanzos, basta un puñado para analizar su calidad. Pero, si compro un cargamento de mil sacos, no hace falta una muestra de mil puñados. Bastaría con media docena al azar.

Pedro Morales Moya me avisa de la tendencia en los medios de comunicación a decir "las miles de personas...", cuando tendría que ser "los miles". Parece una crítica razonable. Añado que una norma personal que yo practico es la de decir "la mayoría es" pero "la mayoría de las personas son". Supongo que no es así como lo recoge la Real Academia, pero es la norma que yo me he impuesto a mí mismo. La someto al escrutinio de los doctos libertarios.

Comentaba yo aquí la desfachatez de la compañía Vueling al tutearnos en los avisos de los aviones. Luis Cáceres Ruiz me comenta que ese arbitrismo lo sigue también la compañía Orange a través de los mensajes automatizados. Considero que no debemos exagerar el tuteo indiscriminado. Es algo que nos aleja del español de América y de Canarias, es decir, el mayoritario, el que se enseña a los que estudian español por el ancho mundo.

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