La infección por una de las variedades de la bacteria E.Coli ha puesto en jaque al mundo científico, pero al menos se ha podido demostrar que las verduras y las hortalizas de España siguen no solo los controles de Europa sino algunos más. Además, también se ha demostrado que el brote de E.Coli se ha debido a unos germinados de soja de un cultivo ecológico y que la infección por otra variedad de esta bacteria en unos niños en Francia se ha debido a unas hamburguesas mal cocidas.
Todos estos problemas han motivado algunas llamadas para que informáramos sobre las verduras y frutos salvajes que cogemos en el campo. Nuestra respuesta es que debemos tomar todas las precauciones debidas; asimismo, hemos de tener cuidado con las moras y otros frutos, ya que muchas veces están contaminadas y nos ocasionan diferentes patologías; por ejemplo, la Fasciola Hepatica, que es un gusano con la forma de una hoja de laurel que tiene dos ventosas que son las que se adhieren al huésped. Al ingerir estas verduras contaminadas, el gusano atraviesa el estómago y resto del tracto digestivo, llegando al hígado para terminar su ruta en los conductos biliares donde al cabo de unos tres meses se hace adulta. La sintomatología empieza a las dos o tres semanas con ictericia y dolores en el abdomen. Disponemos de tratamiento farmacológico, pero siempre indicado por el médico.
¿Cuál es nuestra recomendación? Muy fácil: si en nuestra visita o paseo por el campo cogemos cualquier verdura o fruto comestible nos lo llevamos a casa y lo tratamos con lejía alimentaria durante 24 horas, lo lavamos con agua del grifo y luego ya podemos comerla. Es la única forma de evitar estas patologías