Menú
Fernando Herrera

Enhorabuena a los ganadores (del espectro radioeléctrico)

Este espectro subastado se va a orientar a lo que quieren los individuos españoles, y no a lo que quiere el Gobierno, que es lo que ocurre cuando se da por concurso y se ha de competir por cumplir las condiciones impuestas por los políticos.

El viernes de la semana pasada, en sospechosa coincidencia con el fin de julio, concluyó la primera subasta de espectro radioeléctrico que ha tenido lugar en nuestro país. Se subastaban muchos megahertzios, que es como se mide la capacidad de este ente inmaterial, y en distintas bandas de frecuencia. La mayoría de los bloques subastados se extendían a toda la geografía nacional, pero también se dejaron unos cuantos para repartirlos en ámbitos autonómicos.

Junto a los tres grandes de la telefonía móvil en nuestro país, participaron operadores como Jazztel, ONO, Euskaltel o R Cable. Sin embargo, ni Yoigo ni los operadores móviles virtuales mostraron especial interés por este recurso, aparentemente necesario para crecer en su negocio.

Al final, hubo premio (pagado, eso sí) para casi todos los participantes, aunque no excesivas sorpresas. Los grandes se quedaron con los bloques de cobertura nacional, y los menores se conformaron con concesiones de ámbitos autonómicos.

Pero no son solo ellos los ganadores. Por primera vez, el espectro se ha subastado, en lugar de dar en concurso. Eso significa que lo explotarán aquellos que más lo valoran. Y solo recuperarán esa inversión si los clientes valoran los servicios que ofrezcan usando el recurso espectral. En suma: este espectro subastado se va a orientar a lo que quieren los individuos españoles, y no a lo que quiere el Gobierno, que es lo que ocurre cuando se da por concurso y se ha de competir por cumplir las condiciones impuestas por los políticos. Por ello, también esta vez gana el ciudadano español.

Demos también alguna de arena, que también hay. Por ejemplo, la limitación de tiempo de las concesiones a 15 años. ¿Por qué mantener este recurso en manos públicas? ¿Por qué no se pone en el mercado y se aprovechan los mejores rendimientos que siempre sabe obtener la libre iniciativa privada? Véndase este recurso de una vez, olvídese de él la Administración y deje a los emprendedores que lo utilicen como quieran, y ganaremos aún más los ciudadanos.

También ha recibido críticas el Gobierno por el supuesto bajo importe obtenido por la subasta. En muchos casos, se compara con las previsiones, sin tener en cuenta que ha quedado desierto uno de los bloques más valiosos de los subastados, uno en la banda de 900 MHz, porque nadie ha pujado por él. ¿Y por qué nadie pujó por tan atractivo recurso?

Muy sencillo: el Gobierno decidió poner un máximo al espectro que puede estar en las manos de un mismo operador, lo que llaman los técnicos un "spectrum cap". Así las cosas, los principales potenciales interesados estaban imposibilitados de pujar por el bloque; y los restantes debieron de encontrar demasiado caro el precio de partida.

Como con el plazo de la concesión, cabe preguntarse si beneficia al ciudadano la existencia de un spectrum cap. Y la respuesta es que se ha perdido otra oportunidad de incrementar las ganancias de los individuos. Con este mecanismo, se reduce artificialmente la demanda de los bloques, y se impide que vayan allá donde sean más valorados. Aunque lo sean por un agente que ya tiene mucho espectro. Si está dispuesto a seguir pagando y acumulando, será porque piensa que podrá sacarle partido, lo que, como ya hemos dicho, solo ocurrirá si lo utiliza para cosas que los individuos demandan y valoran.

En todo caso, cumple felicitarse. Al menos en espectro, estamos mejor que antes. Otra cosa es la prima de riesgo.

En Tecnociencia

    0
    comentarios