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David Jiménez Torres

La nueva Marvel

En la interminable pugna entre las grandes compañías de cómic americano, una está destacando por encima de las demás: la nueva Marvel de Bill Jemas y Joe Quesada. ¿Su política? Hacer buenos cómics, que a la vez se vendan bien, y atraer toda la atención de la industria hacia sí mismos

Lo más gracioso de esta nueva Marvel es que parece tener a todo el mundo en contra. Todos aquellos que tengan Internet estarán al tanto de las enormes discusiones anti-Marvel que tienen lugar cada vez que se anuncia un nuevo proyecto relacionado directa o indirectamente con esta compañía. Recuerdo perfectamente cómo en dreamers.com, tras dar la noticia de que los cómics de Marvel tendrían en sus portadas durante un año un simbolito conmemorando el atentado de las Torres Gemelas, se comentaba “empieza a cansar Marvel con tanta conmemoración”. Es verdad, los atentados deberían repercutir en los cómics, pero sólo un poquito, recordemos que este es un medio marginal, no vaya a ser que se den cuenta de nuestra existencia.

Ahora bien, me gustaría preguntarles a todos los anti-Marvelianos que hay por ahí y que no son pocos sólo una cosa: ¿por qué?

¿Por qué esta ola de odio ante todo lo que pueda ser novedoso y que provenga de esta compañía? ¿Por qué todos esos comentarios negativos que ridiculizan cualquier noticia proveniente de Marvel? Pero, sobre todo, ¿por qué ese rechazo sistemático ante todos los nuevos proyectos que anuncia Joe Quesada, antes siquiera de que aparezcan?.

Somos fans. Nosotros, antes que nadie, deberíamos estar por encima de las infantiles discusiones entre compañías sobre quién controla una mayor parte del mercado. ¿Qué más da que un cómic sea de Marvel, DC, Image, Dark Horse, Crossgen, o los cientos de pequeñas compañías que hay por ahí? Lo que debería importarnos es que sea un cómic bueno, de guión y dibujo sólido, y con una propuesta más o menos original.

Y, sintiéndolo mucho por los anti-Marvelianos, la compañía que pone en el mercado los cómics más interesantes es Marvel. Ellos están detrás de los cada vez más interesantes New X-Men de Morrison y Quitely. Ellos han dado un soplo de aire fresco a la industria con su línea Ultimate. Ellos han contratado a los mejores artistas del mundillo. Ellos han sacado títulos rompedores como Punisher y Elektra. Ellos han anunciado una línea de cómics realizados al estilo japonés. Ellos, sí, han sido los primeros en anunciar la salida de un cómic benéfico en respuesta a los atentados de las Torres Gemelas y realizado por los más reputados artistas del medio, (por cierto, DC luego se ha apresurado a plagiar esta idea, presentando un super proyecto de... ¡cuatro autores!). Pero, sobre todo, ellos son los que mejores cómics sacan. Y los que mejor marketing realizan.

¿Qué lo hacen por el dinero? Claro. ¿Pero es que hay alguna que no haga lo mismo? ¿Por qué Superman y Batman tienen cinco series regulares? ¿Por qué Top Cow tiene dibujantes cuyos estilos son prácticamente iguales? ¿Por qué sujetos como Rob Liefeld, Dan Jurgens y Erik Larsen ganan millones por hacer trabajos absolutamente mediocres?

Rentabilidad.

Despierten, señores. Nadie está en esto solamente por amor a los cómics. Ya no. Lo que cuenta ahora es quien inventa mejores tretas para atraer a los lectores. Y en eso, nadie supera a la nueva Marvel.

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