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David Jiménez Torres

Shockrockets

Cuando el reputado guionista Kurt Busiek le preguntó al dibujante Stuart Immonen lo que le gustaría dibujar para una nueva serie, éste contestó: –Naves. Naves muy grandes. – Y efectivamente, de naves muy grandes trata la colección que hoy nos ocupa.

Shockrockets es una serie muy especial. Primero, por ser la más famosa de la ya fenecida editorial Gorilla; segundo, por ser de las primeras series que publica la recién nacida Dolmen Editorial; y tercero, porque es un título de gran calidad.

La historia se sitúa en un futuro no muy lejano en el que la Tierra intenta recuperarse de la típica invasión alienígena. Para eso están los Shockrockets, una unidad especial de naves ultramodernas que se encarga de todo lo que pueda amenazar a la maltrecha Tierra: desde terremotos hasta generales rebeldes. El héroe es Alejandro Cruz, un chaval que por esos giros de la fortuna que sólo ocurren en los cómics se ve convertido en miembro del escuadrón.

Y a partir de esa premisa tan manida, Busiek despliega sus mayores dotes de guionista, colocando alrededor de Cruz una serie de interesantes secundarios que le harán sudar para ganarse su aprobación y respeto, y desarrollando una trama que engancha desde la primera página y no te deja descansar hasta el final.

El dibujo de Immonen es bastante bueno, creciéndose a la hora de dibujar las naves que dan título a la serie y recurriendo a interesantes triquiñuelas visuales como la del comienzo del número dos (en el que los dibujos están hechos por ordenador). En fin, no puede compararse con los grandes de la industria, pero cumple con creces.

Por último, sería necesario analizar la edición de Dolmen Editorial que, con este cómic, se estrena en la publicación de tebeos americanos. La verdad es que han hecho una labor bastante meritoria, desde la calidad del papel hasta el simpático relieve del título y el marcapáginas que regalan. Lástima que para ello tengan que subir el precio hasta 725 pesetas por cada número (que consta de dos cómics). Esperemos que sea temporal y no les ocurra como a Norma.

En definitiva, una miniserie muy interesante cuyo principal aliciente es el guión de Busiek y a la que sólo se le puede reprochar que conste de tres números.

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