Hay que reconocerlo: Paul Jenkins tiene agallas. Ningún guionista hasta la fecha se había atrevido a revelar el origen del mutante más misterioso de todos: Lobezno. Jenkins, en cambio, recibió la proposición de hacer una historia en la que dicho origen se revelase, y ni corto ni perezoso creó el argumento entero en una semana. Ahora, y tras una gran campaña publicitaria organizada por los presidentes de Marvel, Bill Jemas y Joe Quesada, dicha historia sale publicada en una miniserie de seis números que prometen convertirse en éxito instantáneo.
El misterioso origen de Lobezno ha sido siempre uno de los grandes atractivos del personaje. Desde que Claremont, en sus quince años al frente de la Patrulla-X, evitara desvelarlo a toda costa (más que nada porque no lo conocía), todos los guionistas lo han considerado algo intocable. Los fans, que al principio se mostraban tan ansiosos por conocer el pasado de su personaje favorito, se cansaron de pedirlo porque sabían que nunca se les iba a ser contado. Todo lo que se ha sabido hasta ahora es lo que el propio Claremont relató: que el hombre conocido solamente como Logan fue parte del servicio secreto canadiense y que realizó varios viajes a Japón. El resto, su infancia, la identidad de sus padres, su lugar de nacimiento, su edad, etc. es un misterio.
Lo que no creo es que Marvel se diera cuenta de que al fandom no le molestaba desconocer el pasado de Logan. La gente ya estaba acostumbrada y nadie pedía ya que fuese desvelado. No digo que sea una mala idea; por mí, mientras sea una buena historia que concuerde con lo que sabemos del personaje, estará bien. Simplemente digo que no había una verdadera demanda por una miniserie así.
Con los tres primeros números ya a la venta y el cuarto en camino, se puede decir que Jenkins ha acertado de lleno. El inglés nos presenta una historia dramática, intensa e inteligente, sin las peleas gratuitas que esperaríamos de un cómic concebido para alcanzar las mayores ventas posibles. El dibujante elegido para acompañarle, Andy Kubert, cumple con creces su labor. Sólo hay una queja posible: ¿No podían haber escogido a su hermano Adam? Andy es buen dibujante, pero su espectacular estilo es para los cómics de superhéroes tradicionales, y esta serie no entra en esa categoría. El bellísimo dibujo de Adam, sin embargo, encajaría perfectamente con el tono de esta serie.
Con lo visto hasta la fecha, y a esperas de que sea publicado en nuestro país, Origin puede considerarse como uno de los mejores cómics producidos por la nueva Marvel de Bill Jemas y Joe Quesada. Si termina bien, puede consagrar a todos los involucrados en su creación; si el final no está a la altura del principio, los puestos de Quesada y Jemas pueden verse en peligro. Desventajas de revelar el origen de Lobezno.
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