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Daniel Blanco

Barcelona- Atlético 2014: una liga inolvidable

El Atlético perdió a Diego Costa y Arda en los primeros veinte minutos pero se rehizo en un ejercicio de supervivencia.

El Atlético perdió a Diego Costa y Arda en los primeros veinte minutos pero se rehizo en un ejercicio de supervivencia.
El gol de Godín que valió una liga | Instagram

Llegó el Cholo al vestuario y les miró a la cara. "Chicos, sólo hace falta un gol". La frase parecía atrevida, fuera de lugar. Al descanso de aquella tarde en el Camp Nou el Barcelona ganaba 1-0 al Atlético con un gol imposible de Alexis. Pero a los rojiblancos les faltaba un solo tanto. Así lo veía su técnico tras despachar unos primeros 45 minutos regulares, nerviosos y , sobre todo, aciagos. Diego Costa y Arda Turan se habían lesionado en los primeros veinte minutos de partido. Pero a Simeone le salió decir una verdad como un templo. "Sólo hace falta un gol".

Godín le tomó la palabra a su técnico y con un cabezazo maestro empató el partido. Uno de los mejores que he visto yo nunca. Estético, imparable. Ya está, o eso creía el Atlético. Ya hemos hecho lo más difícil. Somos campeones. De ahí hasta el final optaron los rojiblancos por juntarse, como en una metáfora de todo el año. Cómo no vamos a estar juntos ahora, en estos cuarenta minutos, si lo hemos estado siempre. Jugó con los nervios azulgranas, salió un par de veces a la contra y pudo ganar, incluso, el partido. Hubiera sido injusto que aquel equipo no ganara la Liga, lo hubiera sido aunque el gol de Messi, legal y que anuló Mateu, hubiera sido concedido. Esa Liga era del Atlético.

La había peleado hasta la extenuación. Con días malos, con semanas nefastas. En quince días de febrero estuvo a punto de tirar todo por la borda, con dos derrotas en Almería y Pamplona. Lo había hecho casi todo bien, incluida una primera vuelta de 50 puntos. Lo había basado todo en la rigidez defensiva y en la calidad arriba. Victorias por 1-0 que sabían a gloria.

La semana antes del alirón en el Camp Nou el Málaga visitaba el Calderón. La victoria rojiblanca unida a un tropiezo del Barcelona en Elche le hacía campeón. Con 1-1 en el marcador y habiendo pasado un mal encuentro, el partido en Elche terminó con empate azulgrana. En el recinto colchonero quedaban aún cuatro minutos. De aquella prolongación se ha escrito mucho, de aquella parada de Caballero a Adrián se han dicho muchas cosas. Ese gol le hubiera dado la gloria al Atlético ese 11 de mayo. Quién sabe a partir de ahí. Las rotaciones en el último encuentro, pensar en la final de Lisboa, no arriesgar…

Lo cierto es que el Cholo arriesgó en la final por la Liga. Lo tenía que dar todo y Costa no resistió ni doce minutos. Tampoco Arda, que tuvo que acompañar a su compañero ocho minutos después. Parecía todo perdido, incluso el rival hacía cosas impensables. Aquel gol de Alexis por la escuadra, el esfuerzo de nueve meses se venía abajo.

Del coraje de la reanudación también se han escrito muchas líneas, del gol de Godín, del ejercicio de supervivencia extremo, de aquellos minutos finales, del puño al aire de Simeone para alzar la Liga, de los aplausos de un Camp Nou rendido a un invitado inesperado. Un invitado que se ha quedado ya instalado en la élite para fortuna del fútbol español.

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